Mujeres a todo ritmo

Cáritas Madrid 4 de Febrero de 2020

La música mejora el estado de ánimo, la autoestima y las relaciones sociales del grupo de mujeres  que participa cada lunes en las actividades del proyecto de mayores de Cáritas Diocesana de Madrid en la Parroquia de San Antonio de Cárcavas de la Vicaría 1.

 

La música mejora el estado de ánimo, la autoestima y las relaciones sociales del grupo de mujeres  que participa cada lunes en las actividades del proyecto de mayores de Cáritas Diocesana de Madrid en la Parroquia de San Antonio de Cárcavas de la Vicaría I.


Cáritas Madrid. 4 de febrero de 2020.- En el proyecto de mayores de Cáritas Diocesana de Madrid en la Parroquia de San Antonio de las Cárcavas todos los lunes se realizan diversas actividades con mayores que fomentan la convivencia y les ayudan a mantener un buen estado de ánimo.Uno de los mejores ejemplos es el Taller de Musicoterapia que imparte Isabel, una voluntaria que comparte su talento musical y todo su cariño para disfrutar de los beneficios que ofrece la música con un grupo de siete u ocho mujeres que acuden una vez al mes para pasar un rato agradable y fomentar la autoestima.


“Todas las actividades que hacemos en el grupo nos encantan, comenta una de las mujeres del grupo, pero el día que toca música salimos mucho más contentas”. Y tiene toda la razón, porque está demostrado que la música nos permite experimentar placer, ya que nos ayuda a aumentar los niveles de serotonina, el neurotransmisor encargado de regular el estado de ánimo.

“Además, es una actividad social que nos permite compartir esa alegría con otras personas y ayuda a fortalecer los vínculos afectivos dentro del grupo”, comenta Ana, la responsable de este proyecto que también organiza salidas culturales y de ocio con los mayores.


No se trata de crear la mejor orquesta, ni de aprender a tocar el violín a los ochenta años… En el taller de música de San Antonio de las Cárcavas se hacen actividades relacionadas con la música como el bingo musical con el que las mujeres aprenden a reconocer diferentes instrumentos y fomentan la concentración y la memoria. En el juego de las campanas de colores, hay que estar muy atenta para saber cuando te toca pulsar tu nota, siguiendo la batuta de Isabel, para que la melodía salga perfecta.


Todos los miembros del grupo son imprescindibles y su participación es fundamental para sacar el máximo partido a la partitura. Eso es lo más importante. Aunque los componentes de esta orquesta van variando, María, Vito, Alba, Nandi, Pilar, Gloria, Rosa y Salvadora forman un grupo muy compenetrado. Un ejemplo de superación que las impulsa a salir de casa, incluso en un día de intenso frío, para dejar atrás todos sus problemas y preocupaciones disfrutando de la música en la mejor compañía.


 

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