MUJERES QUE, DESDE LA LIBERTAD, UNEN SU VOZ Y CREATIVIDAD CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

“En tus ojos habita de repente la infertilidad, lejos ya de la belleza y la luz que sembraste un día como epopeya de lo sencillo, de la mujer que buscó ser libre en los surcos de los sueños”, a partir de este fragmento del poema “El dolor que no se comparte” de Juan Carlos López, las mujeres que participan en el centro Alonso Cano de Cáritas Madrid han reflexionado acerca de la violencia contra las mujeres.

La realidad de la violencia de género, los abusos, las desigualdades o la discriminación por ser mujer no les es ajena a estas mujeres que acuden a Alonso Cano. Ellas, valientes, luchadoras, han visto en muchas ocasiones vulnerados sus derechos y ‘cortadas sus alas’. Por eso en el Centro encuentran a otras mujeres como ellas, con quienes compartir y empoderarse y levantar el vuelo de nuevo.

Las mujeres han plasmado en un manifiesto sus ganas de luchar y apoyar en la denuncia contra la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo. Y en él también han reclamado políticas en todos los países para su erradicación. Asimismo, han puesto su creatividad al servicio de la lucha contra la violencia de género elaborando flores moradas, color que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia machista. Y han trabajado sobre un documento explicativo sobre el significado del día 25 de noviembre, Día de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres.

De acuerdo con el documento, el origen de esta fecha reivindicativa se remonta al año 1960, cuando las tres hermanas Mirabal, activistas políticas en la República Dominicana, fueron asesinadas en manos del gobernante Rafael Trujillo. Fue a partir de 1981, tras el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, cuando se decidió que fuera el 25 de noviembre el Día contra la Violencia de Género. Años más tarde, en 1999, la ONU se sumó a la jornada reivindicativa y declaró esta fecha el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. 

El grupo también ha abordado las consecuencias que ha tenido la pandemia del Covid-19 en este asunto, siendo la labor de centros como el de Alonso Cano fundamental para dar apoyo a mujeres que se sienten en soledad, especialmente en este momento de miedo e incertidumbre. En este sentido, según la ONU, las circunstancias del confinamiento, el aislamiento y las barreras que dificultan la solicitud de ayuda han potenciado los factores de riesgo de violencia de género, individuales y sociales. Para hacer frente al problema, la institución mundial defiende el trabajo conjunto de gobiernos y adoptar medidas que fomenten las relaciones saludables y el respeto mutuo, partiendo de la educación y la justicia.

Este trabajo en grupo de las mujeres de Alonso Cano —a quienes ha acompañado un grupo de voluntarias— pone de manifiesto su fuerza en momentos marcados por el dolor, como recoge el poema de Juan Carlos López: “Te cortaron tus alas de Ícaro con las que ansiabas volar hacia la claridad. Te cortaron tus manos para escribir Libertad; sellaron tus labios para decir Verdad”. 

Estas actividades se han enmarcado dentro de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; unas semanas en las que abordar la lacra de la violencia machista y la importancia de empoderar a la mujer para que estas situaciones de abuso cesen, para que reine la igualdad.