“(Mt 22, 1-14) Nadie está excluido de la casa de Dios”

Pilar Algarate 15 de Octubre de 2023

Lecturas del XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario: Primera lectura: Is 25. 6-10; Segunda lectura: Fil 4, 12-14. 19-20; Santo evangelio según san Mateo 22, 1-14.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14.

En aquel tiempo, volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir.

Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: 'Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo. Vengan a la boda'. Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron.

Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

Luego les dijo a sus criados: 'La boda está preparada; pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren'. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de convidados.

Cuando el rey entró a saludar a los convidados vio entre ellos a un hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le preguntó: 'Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?' Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados: 'Átenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos".

Palabras del Santo Padre

Jesús nos habla de la respuesta que se da a la invitación de Dios —representado por un rey— a participar en un banquete de bodas (cf. Mt 22, 1-14). La invitación tiene tres características: la gratuidad, la generosidad, la universalidad. Son muchos los invitados, pero sucede algo sorprendente: ninguno de los escogidos acepta participar en la fiesta, dicen que tienen otras cosas que hacer; es más, algunos muestran indiferencia, extrañeza, incluso fastidio. Dios es bueno con nosotros, nos ofrece gratuitamente su amistad, nos ofrece gratuitamente su alegría, su salvación, pero muchas veces no acogemos sus dones, ponemos en primer lugar nuestras preocupaciones materiales, nuestr os intereses; e incluso cuando el Señor nos llama, muchas veces parece que nos da fastidio.

La bondad de Dios no tiene fronteras y no discrimina a nadie: por eso el banquete de los dones del Señor es universal, para todos. A todos se les da la posibilidad de responder a su invitación, a su llamada; nadie tiene el derecho de sentirse privilegiado o exigir una exclusiva. Debemos abrirnos a las periferias, reconociendo que también quien está al margen, incluso ese que es rechazado y despreciado por la sociedad es objeto de la generosidad de Dios. (Ángelus, 12 octubre de 2014)

Para la reflexión

1.-¿Qué dice el Evangelio? Fíjate en los términos que aparecen, “rey”, “siervos”, “invitados”, “malos y buenos”, “muchos/pocos”...
2.-¿Qué me dice Dios a través del Evangelio?
3.-¿Qué le dices a Dios?. Le doy gracias por sus invitaciones a la boda del Reino. Cómo me siento ante esa invitación.
4.-¿A qué me compromete este evangelio? ¿Qué dimensión de mi vida puedo cambiar?.

Pincha aquí para descargar la reflexión

 

#evangeliodeldía #EvangeliodeHoy
Volver