Moda que cambia y mejora vidas

30 de Abril de 2024

Por María José Álvarez López

Una mujer de mediana edad entra en la tienda Moda re- de la calle de General Ricardos, mira asombrada a su alrededor, se quita sus zapatos algo desgastados, los lanza al suelo y mientras mira las prendas expuestas en la tienda pregunta en voz alta: “¿Puedo elegir yo?”. Pues claro, le responde una de las dependientas ante la mezcla de asombro y alegría de la mujer.

Esa mujer tiene un vale que entregan las Cáritas parroquial es en Madrid a personas en exclusión para canjearlos en las tiendas de Moda re-. Los vales -en breve serán QR-se asignan por unidad familiar. Los hay de 80, 100 y 120 €, y, como nos explica Leyre Chico Hualde, responsable de las tiendas Moda re- en Madrid, son una manera de dignificar la entrega de ropa. “La inclusión también significa poder elegir tu propia ropa, probártela y comprar la que más te gusta, en definitiva, lo que hacemos todos”.

Las clientas de Moda re- son mayoritariamente mujeres que buscan prendas baratas entre un buen surtido de ropa, calzado y complementos, expuestos por gamas de colores. Diseños de moda de segunda mano para diario, para vestir y también para eventos. Todos lucen impecables en escaparates que se renuevan cada diez días.

La moda tiene muchas caras, casi siempre frívolas, que venden unos sueños de seducción y aspiraciones que frustran a muchos. Pero la de la llamada fastfashion tiene además una relación destructiva con el medio ambiente. Su modelo es la renovación ultra rápida de prendas a muy bajo precio; moda barata y de baja calidad que acaba rápidamente en un vertedero. Su producción industrial es una de las más contaminantes: según la ONU es el segundo consumidor de agua del planeta y emite más CO2 que la aviación.

Este modelo de negocio requiere nuevas colecciones constantemente para vender más a precios baratos. De hecho, cada persona compra hoy un 60% más de ropa que hace dos décadas, y cada prenda dura la mitad de tiempo según el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP).

Pero la moda de las tiendas de Moda re- tiene otra cara; respira ayuda al empleo, inclusión social y sostenibilidad medioambiental. Todo empieza en los contenedores de Cáritas Madrid situados en parroquias, en los hipermercados, colegios y empresas. La ropa recogida en ellos se clasifica en función de que pueda o no ser reutilizada en los trece puntos de venta Moda re-: siete tiendas y seis corners en hipermercados. La que no se reutiliza se recicla para uso industrial. La ropa se clasifica por marca, calidad del tejido y estado de la prenda. En función de esa clasificación, se le pone un precio de venta al público y se envía a las tiendas Moda re-.

A pesar de que la ropa de segunda mano es uno de los segmentos que crece más rápido en la industria de la moda, Luis Hernández, director de Cáritas Madrid, declaró en la inauguración de la nueva tienda de Moda re- en Embajadores 76 que “lo que nos mueve es el empleo; lo que queremos es crear empleo, no financiarnos con las tiendas. Lo que de verdad nos deja satisfechos es el número de empleos creados, que las personas que pasan por las tiendas de Moda re- puedan reincorporarse a la vida laboral”.

“El objetivo principal es contratar a personas en riesgo de exclusión, acompañarlas y formarlas mediante el trabajo para proporcionarles el conocimiento y las habilidades necesarias que mejoren sus oportunidades de empleo en el mercado”, nos cuenta Leyre Chico. El éxito de este objetivo se mide con la tasa de inserción de las personas que pasan por el proyecto: actualmente es de un 60%. Otro objetivo, continua Leyre, es la ayuda social, el año pasado entregamos 18 000 artículos a familias necesitadas a través de los vales parroquiales. El tercer objetivo es contribuir a la sostenibilidad del planeta, reutilizando para las tiendas de Madrid 132 000 artículos en prendas a las que se les da una segunda vida.

El 80% de la ropa que venden es de mujer, y el personal de las tiendas es también mayoritariamente femenino. Un 95% son inmigrantes que vienen desde el Servicio Diocesano de Empleo. Leyre Chico confirma que “actualmente hay cuarenta y cuatro personas de inserción contratadas por Moda re- en Madrid”.

Los criterios para la selección del personal de tiendas son: dominio del español, nivel de graduado escolar y habilidades de comunicación. En la entrevista personal se valora la afinidad laboral de la búsqueda de empleo que está haciendo la candidata, con el trabajo que va a realizar en las tiendas. “Los contratos laborales son de inserción, con una duración media de dos años, e incluyen un itinerario de formación para que en un año se puedan adquirir el conocimiento y la experiencia suficientes para trabajar en el sector de tiendas o similar. Esto permite que, a partir del año, puedan empezar a buscar empleo, con el valor añadido de la experiencia acumulada y la ventaja de buscar trabajo estando, trabajando”, apunta Leyre con entusiasmo por un proyecto en el que Cáritas está volcada.

Un buen ejemplo es Jouhara, dependienta de la tienda de Moda re- en Embajadores 76,que empezó haciendo una sustitución en febrero del año pasado y que, según cuenta Leyre Chico, llegó con muy pocas habilidades, muy tímida, con poca seguridad para atender clientes. Pero le detectaron una gran capacidad para aprender. Reconoce que trabajaron muchísimo con ella, haciéndola rotar por varias tiendas, y que ha tenido una evolución impresionante.

Me desplazo a la tienda de Embajadores 76 para conocer a Jouhara. La veo acercarse desde el otro extremo de la tienda, una mujer de 23 años de facciones muy agradables, expresión dulce y sonrisa tímida, le comento el objetivo de la entrevista y me dice “yo no tengo vergüenza de mi vida, puedo contarla delante de todo el mundo sin vergüenza y sin nada”.

Me cuenta que nació en Fez. Llegó sola, con 15 años, sin conocer a nadie y sin hablar una palabra de español. La lucha de Jouhara hasta llegar a esta tienda de Moda re- en la que hoy trabaja “fue horrible”, me dice y es imposible no conmoverse. Escuchándola se te parte el alma.

Jouharaentró en contacto con Cáritas Madridtras la pandemia. Me cuenta que un ángel mandó su currículo al Servicio Diocesano de Empleo, desde donde la derivaron a Moda re-. Allí la entrevistó Leyre Chico para una sustitución en la tienda de Bravo Murillo...y así hasta hoy, trabajando con un contrato de inserción de 40 horas semanales.

Le gusta su trabajo de cara al público y le gusta la ropa de Moda re-, especialmente un vestido con volantes con el que posa sonriente.  “Me gusta porque es de fiesta y es ligero”. Mirándola, pienso que, hasta el momento, la moda servía para cambiar y mejorar tu imagen, pero, gracias a Moda re-, ahora la moda también sirve para cambiar y mejorar vidas.

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Compromiso Solidario, abril de 2024
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