Miradas que humanizan, compromisos que liberan

Cáritas Madrid 15 de Marzo de 2017

Encuentro de Voluntariado del arciprestazgo en Santísima Trinidad de Cáritas Vicaría II

Encuentro de Voluntariado del arciprestazgo de Santísima Trinidad de Cáritas Vicaría II.

 

Cáritas Madrid. 15 de marzo de 2017.- Desde hace ya algún tiempo, los voluntarios del arciprestazgo de Santísima Trinidad de Vicaría II dedican la mañana de un sábado al año, para reflexionar de forma lúcida y sapiencial, en lo que va significando la fecunda y amplia trayectoria en sus vidas del compromiso social. Esta vez, 33 voluntarios se congregaron en el colegio Casa de la Virgen, acompañados por Luis Aranguren, doctor en Filosofía y licenciado en Teología, y un apasionado de todo lo que implique hacer crecer, como diría Unamuno" el tesoro espiritual de la Humanidad" y sus frutos en la dignidad de la vida de la gente más olvidada y humillada. Luis, desde su diverso recorrido en temas de formación y propuestas sobre el voluntariado, compartió jugosas reflexiones:

 

El voluntariado nos enseña a ser aprendices del dolor, del silencio, a cuándo debemos callar y escuchar, a cuándo abrazar o decir una palabra de aliento esperanzador , porque el voluntariado toca otras parcelas de mi vida. Los voluntariados somos gente normal, gente corriente, con nuestros dones y fragilidades.Y somos andando, como bellamente expresaba Paolo Freire. Nuestro compromiso social se despliega desde estos distintivos:

- Debemos jugar limpio, ser honestos con la realidad, sin disfrazarla, como dice Jon Sobrino. Estar atentos, despertar a la novedad de cada día, dejarnos sorprender, porque somos muchos, haciendo pequeñas cosas, en muchos lugares, y eso puede y cambia el mundo. Tratar respetuosamente al otro, sin invadir su vida. Cultivar esa inteligencia social a la que se refiere José Antonio Marina, que nos foratalece porque nos vincula unos con otros.


- Tener olfato para "oler" nuevas necesidades y realidades que se producen en nuestros barrios. Esas nuevas realidades del olvido que el sistema desprecia porque ignora y deshumaniza. Ese pensar con los pies desde el camino que vamos haciendo, que expresa Pere Casaldáliga. Un pensar desde el abajamiento humano y la mirada situada en el lugar del dolor.


- El voluntariado da otro sabor a la vida, aportando ese sentido de la sensibilización, de ver posibilidades de cambio, de estar en espacios donde poder reconocernos en común.


- No caer en la inmediatez y la eficacia que busca cortoplacismo que diluye procesos, de ese "efecto microondas" que quiere resultado en el ya.Lo nuestro es guisar a fuego lento, como hacían antes nuestras abuelas y madres, despacito.


- Y todo ello embadurnado desde una mística de silencio y ojos abiertos, como Jesús de Nazaret, pues somos buscadores de hermanos en un mundo roto.Y hacemos carne de ese tradional canto de nuestras Comunidades: Cuando el pobre nada tiene y aun reparte, va Dios mismo en nuestro mismo caminar.

 

Pero este Encuentro no acabó. Luis nos dejó tres preguntas para responder en lo personal y en lo comunitario:
     - ¿ Qué tres cosas importantes he aprendido en mi experiencia de voluntariado?
     - ¿ Tengo "afinados" mis sentidos ?
     - ¿El Evangelio de Jesús me ayuda a no ser indiferente?

   ¿Te animas, nos animamos a responder? Con tu quiero y mi puedo, vamos juntos compañero. No estamos solos.

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