Mensajes que nos ha dejado el Miércoles de Ceniza
Cáritas Madrid 11 de Febrero de 2016Misa del Miércoles de Ceniza en la Dióceis de Madrid y en Roma.
Misa del Miércoles de Ceniza en la Diócesis de Madrid y en Roma.
Cáritas Madrid. 11 de febrero de 2016.- Ayer, Miércoles de Ceniza, nos ha dejado varios mensajes a seguir en esta Cuaresma de la Misericordia.
El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, nos invitó, en este tiempo de Cuaresma a que lo "hagámoslo rezando, dando limosna y ayunando", concretando varias ideas:
1º- Insistió en la importancia de la oración: «Orad, al empezar el día, rezad el padrenuestro, es la oración que sale de labios de Jesús» y nos hace ver «que a todos tengo que hacerles el bien».
2º.- Propuso que en todas las parroquias de la diócesis haya una hucha en la que se pueda depositar el valor de aquello de lo que prescindimos en esta Cuaresma, para destinarlo a niños que pasan hambre y los más necesitados.
3er.- Que se va a poner en marcha en el centro de Madrid «la Casa de la Esperanza», llevada por jóvenes, para que ellos comprometan sus vidas en dar esperanza y «la belleza de la misericordia», con iniciativas y propuestas que les permitan ayudar en los comedores de Madrid, recoger ropa, visitar los enfermos que hay en los hospitales...
El Papa por su parte también nos dijo "La oración, la caridad y el ayuno, nos curan del pecado".
«El tiempo cuaresmal es un tiempo para alejarse de la falsedad, de la mundanidad y de la indiferencia; es el tiempo para limpiar el corazón y la vida para redescubrir la identidad cristiana», lo dijo el Papa Francisco en la celebración Eucarística al inicio de la Cuaresma. La tarde de este miércoles, el Pontífice presidió la Santa Misa con el rito de la imposición de las Cenizas y envío de los Misioneros de la Misericordia.
En su homilía, el Santo Padre recordó que al inicio del camino cuaresmal, la Palabra de Dios dirige a la Iglesia y a cada uno de nosotros dos invitaciones: «El primero es el de San Pablo: el de dejarse reconciliar con Dios (Cfr. 2 Cor 5,20) ». Porque Cristo – señala el Papa – sabe que somos frágiles y pecadores, conoce la debilidad de nuestro corazón; lo ve herido y sabe cuánta necesidad tenemos de perdón y de sentirnos amados para realizar el bien. «Cristo – subrayó el Obispo de Roma – ha vencido el pecado y nos levanta de las miserias si confiamos en Él. Depende de nosotros reconocernos como necesitados de misericordia y este – dice el Papa – es el primer paso del camino del cristiano».
La segunda invitación de la Palabra de Dios es la del Profeta Joel: «regresen a mí con todo el corazón (2,12)». No es difícil darse cuenta – afirma el Pontífice – que por el misterio del pecado nos hemos alejado de Dios, de los demás y de nosotros mismos. «Muchas veces, evidencia el Papa, es fatigoso tener confianza en Dios, tenemos miedo de acercarnos a Él como Padre, pero no recordamos que junto a esta historia de pecado, Jesús ha inaugurado una historia de salvación». Por ello, «el Evangelio que abre la Cuaresma – afirma el sucesor de Pedro – nos invita a ser protagonistas, abrazando tres remedios o medicinas que nos curan del pecado: La oración, la caridad y el ayuno».
Antes de concluir su homilía el Papa Francisco invitó a vivir este tiempo cuaresmal como un auténtico tiempo para alejarse de la «falsedad, de la mundanidad y de la indiferencia». Es el tiempo – dijo el Papa – de limpiar el corazón y la vida para redescubrir la identidad cristiana, es decir, el amor que sirve y no el egoísmo que se sirve.