Los voluntarios de Cáritas, compositores de una melodía única universal

Cáritas Madrid 4 de Diciembre de 2020

Con ocasión del Día Internacional del Voluntariado, el pasado jueves, 3 de diciembre de 2020, Cáritas Diocesana de Madrid ofreció la webinar “Melodías para el Compromiso”, con el responsable de formación de Cáritas Diocesana de Valencia.

Con ocasión del Día Internacional del Voluntariado, el pasado jueves, 3 de diciembre de 2020, Cáritas Diocesana de Madrid ofreció la webinar “Melodías para el Compromiso”, con el responsable de formación de Cáritas Diocesana de Valencia.


Cáritas Madrid. 4 diciembre 2020.- El responsable de formación de Cáritas Valencia aseguró que “cada uno de nosotros hemos sido creados para aportar nuestro sonido único y personas a la armonía y la belleza del universo, es decir, a la melodía universal”.


Pepe Real comparó su ponencia con un concierto, tomando la introducción como un preludio, una obertura, en la que indicó qué sonidos suenan en la realidad y en qué clave suenan, para luego ver qué melodías suenan en el voluntariado.


La música que eleva el alma

 

En el preludio del concierto, inspirado por una imagen que le marcó, Pepe Real habló de un famoso músico de Viena descubrió su vocación para la música: El hombre había escuchado una melodía que salía de un portal y le cautivó. Él decía que aquella música, aquellas voces, “le habían tocado el corazón y le habían elevado el alma”, porque había estado allí sentado en el portal dos horas, como si hubiera sido un instante.

 

De modo que el experto en voluntariado trasladó eso a su labor en Cáritas, y se dijo a él mismo: “Que mi labor en Cáritas, que las acciones pequeñas o grandes que yo haga, que las palabras pequeñas o grandes que yo diga, que mis gestos y mi manera de estar con las personas, sean como notas musicales que forman una melodía que hace posible que a otro le pueda tocar el corazón, que le pueda elevar el alma, que le pueda transformar, que le pueda ayudar”.  

 

Desde esta reflexión, Real aseguró que nuestra forma de vivir, de estar, “produce una melodía a nuestro alrededor que puede ayudar mucho a las personas que estamos acompañando”.

Esto, indicó el responsable en formación, aplicado al voluntariado que hacemos a las personas que atendemos y cómo lo hacemos, “sean como las notas musicales que en esas personas resuenen de tal manera que les ayuden a recomponerse, a sentir que son importantes, que importan a alguien, a sentirse acogidos”.


Cada persona, un instrumento musical

 

En esta línea, Pepe Real explicó que “cada persona hemos nacido con un instrumento musical”, tenemos “un sonido que aportar a este mundo” y es el instrumento que “Cáritas y Dios mismo necesita que toques con toda tu pasión, con todo tu ser”, para que logres producir una melodía que contagie armonía, luz, esperanza, empoderamiento a las personas que ayudamos.

 

No obstante, Real advirtió que esto no siempre es fácil, debido a la complejidad humana que surge ante tantas situaciones de necesidad. Aunque, reiteró, “esto no puede ser impedimento, sino todo lo contrario”, esto debe ser un “estímulo” para que saquemos la mejor música que llevamos dentro.


El violinista con 3 cuerdas

 

El responsable del programa de formación de Cáritas Diocesana de Valencia contó una anécdota sobre un violinista que tras darse cuenta de que su violín había perdido una cuerda, improvisó y ofreció un precioso concierto con solo tres cuerdas en su instrumento, ante el asombro y deleite de todos.

 

En este sentido, Real retomó la frase del artista: “Ustedes saben que algunas veces la tarea del artista es descubrir cuanta música uno puede hacer con lo que nos queda”, e hizo un llamamiento para que los voluntarios lo trasladen a su labor, cambiando la cita: “Ustedes saben que algunas veces, la tarea del voluntariado es descubrir cuanto bien pueden hacer con los pocos recursos que tienen”.


Compositores de la melodía universal

 

Asimismo, el profesional de Cáritas señaló que también se puede aplicar a las personas a las que atendemos, a quienes podemos hacerles ver que con su cuerda rota (este problema que tienen ahora), pueden hacer maravillas, pueden sacar la mejor música que tienen en su corazón potenciando sus capacidades para superar esa adversidad y salir mejores.

Como todo lo que existe, cada uno de nosotros hemos sido creados para aportar nuestro sonido único y personas a la armonía y la belleza del universo, es decir, a la melodía universal. Así, cuando alguien no aporta su sonido particular, se producen notas “disonantes” en la melodía del universo y se rompe la armonía. Esto sucede por diversos motivos…

 

En este contexto, Pepe Real agradeció a los voluntarios por sumarse a la melodía “que está mejorando este mundo”: por “escuchar el grito del pobre”, por responder con el “compromiso de hacer una opción por ellos”, por “liberar al pobre y excluido de sus cadenas para devolverle la dignidad”.


Los intangibles del voluntariado en Cáritas Madrid

 

Así, Pepe Real fue describiendo las tareas y funciones del voluntario en cuatro movimiento, a modo de concierto musical: Tempo “Presto” Activista, Tempo “Adagio” de los “Intangibles”, Tempo Andante “para nutrirse”, y Tempo Vivace “para vivir dando vida”.

 

 

Un gran aporte del valenciano fue destacar algunos de esos “intangibles” en número, haciendo ver la “riqueza intangible” que ofrecen los voluntarios de Cáritas. Por ejemplo, señaló que las horas que han dedicado los voluntarios de Cáritas Diocesana de Madrid a su trabajo por los demás han sido en 2020 (con una estimación a la baja) de 964.000, así como 1.080.637 abrazos, gestos y detalles de afecto, entre otras “cifras” de bienes intangibles.    

 


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