Los mayores de Santa Lucía y los menores de Cañada: el encuentro entre dos mundos y dos generaciones

Cáritas Madrid 19 de Mayo de 2019

Cáritas Diocesana de Madrid  está comprometida con los mayores que necesitan acompañamiento. Contamos con proyectos que tienen a las personas de edad avanzada en el centro y trabajamos para construir una sociedad de acogida y de cuidados. Una sociedad que no descarte a nadie por su edad y que impulse espacios de encuentro entre las diferentes generaciones como el que han protagonizado los menores de Cañada Real y los mayores de nuestra Residencia Fundación Santa Lucía. 

 

Cáritas Diocesana de Madrid  está comprometida con los mayores que necesitan acompañamiento. Contamos con proyectos que tienen a las personas de edad avanzada en el centro y trabajamos para construir una sociedad de acogida y de cuidados. Una sociedad que no descarte a nadie por su edad y que impulse espacios de encuentro entre las diferentes generaciones como el que han protagonizado los menores de Cañada Real y los mayores de nuestra Residencia Fundación Santa Lucía. 

 

 

Cáritas Madrid. 15 de junio de 2019.- Hoy, 15 de junio, Día Mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez, es una fecha señalada para Cáritas Diocesana de Madrid. Es día en el que queremos hacer un llamamiento a la sociedad para que ponga a los mayores en el lugar que les corresponde, en el centro. 

 

Con este objetivo, en Cáritas Madrid creamos espacios y servicios que defienden y garantizan sus derechos de autonomía, toma de decisiones, independencia, participación, acogida y acompañamiento. Son proyectos en los que no se descarta a nadie por su edad, con actividades en las que los años son sinónimo de respeto y sabiduría. 

 

Queremos construir una sociedad de acogida y de cuidados, que impulse espacios de encuentro entre las diferentes generaciones para reconocer el valor de la experiencia y reivindicar una presencia más activa de los mayores en el contexto público y en la educación de los jóvenes. 

 

Para ello, contamos con lugares como nuestra Residencia de mayores Fundación Santa Lucía, un centro destinado al cuidado, atención y acompañamiento en el que nos volcamos para que las personas se sientan como en casa: protegidos, queridos y valorados.  

 

Para potenciar este objetivo, este año hemos realizado por primera vez una experiencia de encuentro entre generaciones: la de los niños del centro para familias de Cáritas Diocesana en el poblado de Cañada Real y los mayores de la Fundación Santa Lucía.  

 

La distancia parecía insalvable ¿Qué puede tener en común un niño del último poblado chabolista de Madrid con una persona mayor cuya movilidad se reduce a la de su silla de ruedas? Unas macetas, semillas, tierra y serpentinas de colores fueron la clave. 

 

Con estos materiales trabajaron en parejas niños y mayores con el máximo esmero y cooperación. A la impaciencia de los pequeños, los mayores dieron sosiego y planificación. Y cuando los de más edad se vieron con complicaciones para decorar con pinceles, los  niños  y niñas de Cañada salieron a su rescate con una creatividad desbordante. 

 

Educar a los menores en la importancia y el respeto a las personas mayores y a éstos recordarles su valía y la necesidad que tienen las nuevas generaciones de tenerles como referentes y fuentes de conocimiento y experiencia, fueron las metas superadas en sólo dos mañanas de talleres compartidos. 

 

Los menores de Cañada tuvieron la oportunidad, por una vez, de ser ellos quienes prestaron la ayuda a los demás. Y los mayores de Santa Lucía recuperaron el placer de sentirse útiles. Pero sobre todo, si algo se intercambió en estas dos mañanas de talleres intergeneracionales, fue cariño. 

Esta experiencia se enmarcó dentro de las colonias urbanas de Semana Santa programadas para los niños del poblado de Cañada Real. Su éxito fue tal que se ha planteado que sea una actividad que se repita durante el curso.

 

 

Volver