Los alumnos del Colegio Maravillas llaman a la puerta del Centro Residencial "JMJ 2011"

Alumnos de 4º de la ESO se preocupan por la situación de las personas que, por diversas circunstancias, necesitan ayuda de los demás para salir adelante.

Cáritas Madrid. 19 de mayo de 2016.- Estamos en una de las viviendas del "Centro Residencial JMJ 2011" con un grupo de alumnos del colegio Maravillas que ha tenido la gentileza de interrumpir sus clases para venir a visitarnos. Pasamos a la biblioteca y todos se acercan a curiosear los libros que hay en las estanterías y reconocen muchos de los autores que  están estudiando en clase. Con alegre complicidad le preguntan a Toñi, su profesora de literatura, si va a caer algo de Neruda en el examen.

Es un grupo de chicos de 4º de la ESO que, además de estudiar los autores de habla hispana más reconocidos, muestran su sensibilidad hacia esas personas que,  por diversas circunstancias, necesitan la ayuda de los demás para salir adelante. Saben lo que hacemos en Cáritas pero han venido a ver con sus propios ojos uno de los centros residenciales de viviendas tuteladas que ofrece techo y un completo programa de apoyo a familias con problemas de acceso a la vivienda.

Ana, una de las educadoras sociales de la residencia, nos recibe para contarnos la breve historia de este centro cuyo germen nace en la JMJ de 2011. Poco después comienzan las obras y se inaugura en marzo de 2014. En diciembre de ese mismo año se encuentra al completo, con las 130 residencias ocupadas por familias que lo necesitan.

“La gente llega en un momento crítico y con un gran deterioro psicológico. El camino hasta llegar aquí ha sido muy duro y  aquí les damos una solución a su problema de vivienda y un programa de apoyo psicosocial para la recuperación de habilidades que permitan la plena autonomía y su retorno a una vivienda normalizada”, comenta Ana.

El equipo está compuesto por técnicos sociales, tres religiosas de la Divina Pastora que forman el equipo de vida y más de 40 voluntarios  que realizan un acompañamiento individual y grupal.

Una de estas voluntarias es Carmen que se ha acercado a charlar con los alumnos del  Colegio Maravillas para contarles su experiencia. Nada más jubilarse decidió que había llegado el momento de dedicar su tiempo a los demás. Tras llamar a la puerta de varias ONG´s  asistió  a una charla de uno de los voluntarios dedicados al proyecto de vivienda de Cáritas que le llegó al corazón. En ese momento decidió que quería dedicarse a esa labor y pocas semanas después cruzaba la puerta del centro residencial "JMJ 2011" para dar soporte en el área de vivienda pública. Entre otras tareas se encarga de facilitar todo el papeleo para acceder a las viviendas oficiales del ayuntamiento o de la Comunidad de Madrid y dedica gran parte de su tiempo a buscar viviendas privadas de alquiler a las que puedan tener acceso las familias de JMJ.  “Además, comenta Carmen, hay que trabajar con las familias para que se mentalicen de sus posibilidades reales. Muchos tendrán que renunciar a seguir en su barrio o buscar una solución compartida, cada caso es único.”

Enseguida surgen los comentarios espontáneos de los chicos  “Me parece estupendo que los apartamentos sean modulares y se puedan adaptar según las dimensiones de la familia. Es una idea genial” comenta uno de los alumnos, fijándose en el tabique que separa las viviendas. Otros se preocupan por el colegio al que van los niños que viven en el centro y algunos se muestran muy interesados en saber cómo ha entrado Ana a trabajar en Cáritas y qué estudios ha cursado para acceder a este puesto,…. Tras acabar la visita, analizan con madurez la problemática de la vivienda.

Comentando su experiencia  vuelven  a sus clases, a los próximos exámenes  con los versos de  Pablo Neruda  

“Queda PROHIBIDO no sonreír a los problemas,
no LUCHAR por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus SUEÑOS.”