"​Lluvia sanadora" ante las lágrimas del trabajo indigno

Así celebró la Vicaría II el Círculo de Silencio contra el paro y la precariedad laboral en la Plaza de Felipe II 

Cáritas Madrid. 26 de abril de 2019- Tenía que llover a cántaros y así sucedió. Llovió todo lo que no ha llovido por la pertinaz sequía. Lo hizo durante el Círculo de Silencio que las vicarías de Cáritas Madrid organizamos cada año para concienciar a la sociedad de su implicación en la lucha por la defensa del trabajo digno con motivo de la Campaña contra el Paro que celebramos en el mes de abril. La necesaria lluvia no cesaba de caer y regar nuestras calles y plazas y sedientos jardines; aunque sí que condicionó, no impidió que los voluntarios de Cáritas de las parroquias y proyectos de la Vicaría II, dieran testimonio con su presencia en la calle del drama del paro y las indignas condiciones laborales que sufre mucha gente hoy en nuestra sociedad.

En medio de la bendita por necesaria lluvia, protegidos por el incómodo paraguas, 87 testigos hicieron silencio meditativo acompasado con la armonía del sonido de la lluvia al caer del cielo. Gesto de profecía que parecía señalar la injusticia y anunciar la esperanza de que las cosas se pueden hacer mejor si ponemos a la persona en el centro de las decisiones socioeconómicas. Lluvia fecunda para hacer respirar a todo lo vivo de la Creación frente a las lágrimas que desencadenan no tener un trabajo digno.

La piedra angular de Cáritas son sus voluntarios, muchos de ellos con preocupaciones familiares por la enfermedad, el cansancio. Allí estaban pisando tierra firme de dignidad y compromiso en la Plaza de Felipe II, sujetando sus paraguas como símbolo también de proteger y cuidar a las personas que acompañan cada día para salir de la pobreza. Acompañados también por pancartas que nos identifica como miembros de Cáritas Madrid; de esa Cáritas comunitaria que se hace profecía porque es promesa; de una Cáritas que es comunidad cristiana que vive la Resurrección de Jesús. Lluvia que es vida y preludio de verdor de las plantas y flores, lluvia que pregona signos del Resucitado en la sequía de los que sufren no acceder o conseguir un empleo estable, digno y justamente remunerado...lluvia que va calando como la actuación de Cáritas. Ochenta y siete personas que formaron un Círculo de Silencio como acción de concienciación y sensibilización. ¡Oh Señor de la Vida, Espíritu creador, riega la tierra en sequía y enjuaga las lágrimas de los que no tienen su ámbito laboral integrado felizmente!