LAZOS QUE SE TEJEN ENTRE LAS JÓVENES AL OLOR DE LA MIEL Y LA AVENA

Cáritas Madrid 20 de Enero de 2022

Pasar tiempo con otras personas en espacios de ocio, de diversión, distendidos, nos ayudan a interactuar y a establecer relaciones sanas. De manera que tejemos lazos afectivos y de comunidad con aquellos con quienes tenemos algo que compartir, algo que entregar o algo de lo que aprender.

Pues esta vivencia es la que han tenido las jóvenes que conviven en el piso tutelado, del proyecto “Nazaria baja a la calle” de Cáritas Diocesana de Madrid. Lo han hecho de una manera amena y bonita, participando juntas en un taller de elaboración de jabones caseros. Olor a miel, avena y a carbón han inundado las estancias de la casa.

 

Ha sido una de las propias residentes, que estudia estética, quien ha impartido el taller. Se ha ofrecido a enseñar a sus compañeras de piso, para así pasar un tiempo juntas de aprendizaje compartido.

 

Este tipo de actividades comunes de ocio fortalecen las relaciones entre ellas, porque comparten experiencias y hacen que se creen lazos afectivos. Y esta buena relación es lo que favorece que haya una buena convivencia donde se respire - como el olor de las pompas de jabón- un buen ambiente familiar.

 

Hablamos de un grupo de ocho jóvenes que viven en este piso, con el acompañamiento de un equipo de Cáritas Madrid, mientras consiguen trabajar o terminar sus estudios para poder tener una vida normalizada. El objetivo del proyecto es ofrecer un hogar a estas mujeres que venían de una situación de exclusión social, la mayoría de ella sin lazos familiares o con familias desestructuradas. El hecho de que construyan un hogar es una manera de que vayan poco a poco desarrollándose a nivel personal social, y adquiriendo confianza en sí mismas para en un futuro ser autónomas y afrontar la vida adulta.

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