LAS MUJERES EN PRIMERA LÍNEA DE LA PACÍFICA LUCHA CONTRA LA TRATA

Cáritas Madrid 9 de Febrero de 2022

Esta semana nos hemos sumado a la vigilia por la VIII Jornada Mundial de Oración Y Reflexión contra la Trata de Personas. Durante la jornada se ha destacado el papel de las mujeres víctimas y la dignidad de las personas por encima de todo, ya que “la persona es un fin en sí mismo, no un instrumento” y todas las personas “tenemos que ser tratadas primorosamente”.

Este martes Cáritas Madrid nos sumábamos a la VIII Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, en una vigilia de oración en la parroquia San Jerónimo el Real, coincidiendo con la festividad litúrgica de santa Josefina Bakhita. El encuentro estuvo presidido por José Luis Segovia, vicario para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación.

 

El Vicario destacaba en la vigilia que “la trata de persona es de los pecados más difíciles de perdonar, y al mismo tiempo constituye un auténtico crimen contra la humanidad”. Y en este sentido destacó la dignidad de la persona por encima de todo, ya que “todas las personas tenemos que ser tratadas primorosamente, y ante esto, la trata supone una afrenta al hombre, que es imagen de Dios. Las personas víctimas tienen el rostro muy limpio, tan limpio como su corazón aunque hayan sido objeto de múltiples abusos”. Y añadió que la persona debe ser considerada un fin en sí mismo no un instrumento u objeto.

 

En la jornada se ha rezado y se ha celebrado el cuidado  del “buen Dios” quien “apuesta por todas la ´victimas”. El Vicario agradeció expresamente el papel a las mujeres, que son quienes están “en primera línea de este pacífico y sanador frente de batalla contra la trata”. Asimismo, también se rezó por los abusadores y traficantes “porque creemos en el infinito poder de la oración” y porque el odio “es solo fuente de falsa ilusión y tristeza”.

 

A lo largo de la oración, en la que se fueron leyendo textos para la meditación y la reflexión al hilo de la vida de Josefina Bakhita, los asistentes fueron colocando velas en torno a la imagen de la santa como ofrenda por las víctimas, y también por aquellos comprometidos en la transformación de estructuras económicas injustas. Se colocaron asimismo unas tenazas como símbolo de la ruptura de las cadenas que esclavizan.

 

Por su parte, nuestro cardenal Carlos Osoro ha expresado públicamente su repulsa a la trata, ya que considera “una aberración que hoy siga habiendo explotación y que se trafique con seres humanos, que son imágenes de Dios”.

Volver