La valerosa aventura de la silla de Felipe Segundo y la Machota Baja

Cáritas Madrid 20 de Enero de 2017

Salida a la montaña del grupo Al-Monte de la Casa de Acogida "San Agustín y Santa Mónica" de Cáritas Madrid

Salida a la montaña del grupo Al-Monte de la Casa de Acogida "San Agustín y Santa Mónica" de Cáritas Madrid.

 

Cáritas Madrid. 20 de enero de 2017.-Érase una vez un rey, que vivió hace unos cuantos años y le gustaba mucho, muuuucho los palacios y monasterios.


Mandó construir el mayor de los monasterios,  en un pueblo llamado San Lorenzo de El Escorial. Este rey estaba empeñado en que fuera el mejor de todos.


Cuentan las historias que siempre vigilaba a sus arquitectos, pero para que no supieran que estaba ojo avizor, decidió buscar un lugar desde el que poder controlarlo todo. Buscó y buscó, caminó y caminó, hasta que encontró un asiento en la roca desde el que divisaba todo. Esa roca es lo que hoy conocemos como la silla de Felipe II. Además, estando allí aprovechaba para cazar alguna buena pieza.


Queriendo seguir los pasos de Felipe II, un grupo de valerosos caballeros y damas de la corte de la Casa de Acogida San Agustín y Santa Mónica, ha querido rememorar sus andanzas.


Aprovisionándonos de buenos víveres para la batalla y de nuestros trajes de malla de esta época un poco más actual; nos hemos ido hasta la silla de Felipe II, para contemplar las maravillosas vistas del monasterio y de la Sierra norte de Madrid.

 


Pasito a pasito, todos los caballeros y damas han demostrado su valor consiguiendo conquistar la cima, del pico conocido como la Machota Baja, por el camino de los tres ermitaños; en la que el clima ha jugado alguna mala pasada, pero se ha llegado con gran ilusión, buenos momentos de risas e historias, así como el honor de continuar juntos en esta aventura, en la que se han convertido en “machotes”.


Casa de Acogida "San Agustín y Santa Mónica"
Recurso residencial 24 horas destinado a personas en situación de exclusión que necesitan un apoyo residencial tutelado para recuperarse y realizar parte de su itinerario de reinserción social.

Una Comunidad de religiosas de la Congregación Amistad Misionera Cristo Obrero (AMICO) colabora en el proyecto. Desde la década de los 90, la Orden de San Agustín apoya muy especialmente su realización.

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