La unidad de Cáritas: Oración en Compromiso
Cáritas Madrid 14 de Marzo de 2018Escuela de Vida celebrada en San Blas, Canillejas, Ciudad Lineas y Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II
Escuela de Vida celebrada en San Blas, Canillejas, Ciudad Lineal y Pueblo Nuevo de Cáritas Vicaría II.
Cáritas Madrid. 14 de marzo de 2018.- De la misma forma que el haz y el envés de una hoja son la misma unidad inseparable, así son en Cáritas su compromiso social y su espiritualidad, inseparables e indivisibles. Por ello, los voluntarios de Cáritas de la zona de San Blas, Canillejas, Ciudad Lineal y Pueblo Nuevo de Vicaría II, vivenciaron y compartieron animados por Teresa Comba, teóloga y psicóloga, la experiencia celebrada de nuestro ser más profundo, lo que llamamos la espiritualidad del voluntariado en sus distintas riquezas de expresión en un contexto social.
Así, la espiritualidad (nuestra humanidad profunda), nos hace ver nuestras fragilidades. Somos humanos. Y para no quemarnos necesitamos espacios de recuperación, de alimentar el Espíritu que nos conecta a todo en todos. La oración es el lugar privilegiado donde podemos “colgar” los desconciertos, quemes y conflictos que vivimos desde las realidades tan duras que atendemos y acompañamos.
Dios nos sostiene en el desconcierto y en la fragilidad. Al poner los sentimientos (cómo nos sentimos, lo que bulle en nuestros adentros) ante Dios nos sentimos confirmados y vemos que estar cerca de los que sufren tiene sentido. El dolor no tiene lógica, pero tiene sentido. Y eso nos hace mirar las cosas de una forma nueva, más humanizada y liberadora. Es cuestión de amor, no de puños ni méritos. Oración de encuentro, de amistad, oración que nos calma y serena. Estar plenamente con el Otro. Esta relación oracional es la que tenemos que llevar con las personas empobrecidas, una relación de yo-tú. La oración es central en el seguimiento de Jesús. Él nos va cambiando el corazón. Caminando con el otro me descubro quién de verdad soy. Y eso lo llevo a la oración para que cobre total sentido en mi vida y me ayude a crecer.
Hay un voluntariado mal entendido que es el de la exigencia, el perfeccionismo. El voluntariado cristiano es el de la compasión y la gratuidad. Me siento amado y por eso comparto. La oración desde mi compromiso social, me inunda de bondad y me hace mejor persona. Me llena de paciencia y me ayuda a respetar los ritmos de crecimiento de las personas, que no son los míos. La oración nos ayuda a seguir en el voluntariado. A veces es difícil encontrar el equilibrio entre lo personal y las necesidades sociales. Ser conscientes que no estamos solos. Dios acompaña. Además del voluntariado, cuidar nuestros espacios personales, cultivar ocio y tiempo libre nos libera emocionalmente y nos ayuda a integrar muchas cosas que nos suceden. Oración, relación, autocuidado, compromiso. Todo es una realidad que nos unifica y nos integra como personas que buscan.