La lista de la compra, medicinas y hasta las tareas escolares... Así ayudan las Hermanas Hermila, Irasema y Candelaria a las familias de la Sierra

Cáritas Madrid 17 de Abril de 2020

Las tres religiosas de la Comunidad de Misioneras Catequistas de los Sagrados Corazones de Jesús y María llevan el Centro de Cáritas Diocesana de Madrid en la zona de Buitrago.

 
Las tres religiosas de la Comunidad de Misioneras Catequistas de los Sagrados Corazones de Jesús y María llevan el Centro de Cáritas Diocesana de Madrid en la zona de Buitrago. Atienden, con la ayuda de algunos voluntarios, a las familias con necesidades de gran parte de la Sierrra norte de Madrid. Les llevan alimentos, medicinas, llaman a los mayores para hacerles compañía y hasta imprimen los deberes de los niños. En total, las hermanas calculan que están atendiendo a cerca de 50  familias de 15 localidades diferentes.
 
 
 
 
Cáritas Madrid. 17 de abril de 2020.- "Muchas gracias Hermana, por ser como es tan buena persona, porque a pesar de sus años está en línea como los doctores salvando vidas, poniendo su empeño y el gran granito de arena por todo eso, mil gracias y al equipo de Cáritas: desde la que limpia hasta a las que están a su lado dedicando su vida para ayudarnos; es muy gratificante por eso y más, Dios bendiga sus obras, cuídese amiga. Yoli". Éste es uno de los muchos mensajes que la Hermana Hermila tiene en su teléfono. Hermila lleva el Centro de Cáritas de Buitrago, que atiende las necesidades de las personas que viven en esa localidad y en los pueblos de los alrededores, desde Rascafría hasta La Hiruela, todos ellos de la Sierra norte de la Comunidad de Madrid. Junto a Hermila, las hermanas Irasema y Candelaria son las tres responsables del Centro. Son religiosas de la Comunidad de Misioneras Catequistas de los Sagrados Corazones de Jesús y María.
 
Durante el año cuentan con la ayuda de un grupo de personas voluntarias que facilitan la importante tarea de Cáritas en la atención a las necesidades de las personas de esta zona de Madrid. Pero, ante la situación de emergencia actual por la irrupción del coronavirus, las religiosas han pedido a sus ayudantes de mayor edad que permanezcan en sus casas para evitar ponerles en riesgo, con lo que desde hace semanas solo cuentan con la ayuda de dos voluntarios jóvenes. Juntos atienden a las personas que lo necesitan ya sea a petición de los sacerdotes de la zona, de los trabajadores sociales de la Mancomunidad de Servicios Sociales Sierra Norte o porque son las personas a las que atienden normalmente en esta zona.

 

 
ASí es su "día a día"

 

No son muchos los casos de contagio por allí, aunque sí relatan con pena que han fallecido dos personas mayores. El gran problema de las familias con menos recursos es la suspensión o pérdida de trabajo a causa del cierre de comercios, bares y restaurantes (trabajos en hostelería) o porque ya no cuidan a personas mayores, actividad que les permitía mantener su economía. Estas familias son las que más necesitan ayuda para alimentos y apoyo con el seguimiento escolar desde casa para sus hijos. Todos los días las religiosas organizan las tareas: hacen la lista de la compra de los alimentos y productos de farmacia, compran y entregan, con los voluntarios, los encargos en los domicilios y también hacen llegar a las familias que lo necesitan material escolar (bolígrafos, lápices de colores, cuadernos) para los niños; algunas veces imprimen las tareas del colegio (fichas de matemáticas, caligrafía, ingles...)  que los profesores envían a los teléfonos de los padres y que para algunos, por carecer de ordenador e impresora, les es imposible hacerlo.

 

 
La labor de acompañamiento de Candelaria

 

La hermana Candelaria se pone a diario en contacto telefónico con las personas mayores de la zona. A ella le cuentan cómo se encuentran y conversan sobre lo que les preocupa, sobre lo que hacen en el día, si mantienen contacto con su familia, etc. Algunos de estos mayores tienen en sus casas "tablets" gracias al proyecto "Cerca de Ti" que Cáritas Diocesana de Madrid lleva a cabo junto con la Fundación Aisama, proyecto de acompañamiento a través de las nuevas tecnologías para informar, asesorar y  acompañar a mayores y personas con necesidades especiales de apoyo. Es una labor que realizan siempre pero que han reforzado en estos momentos de aislamiento.

 

Desde el inicio de esta situación el centro de Cáritas Buitrago ha contado con la ayuda de la Plataforma Sierra Norte Acción CV19, que se ocupa de la acción social, voluntaria y colaborativa, donde todos los vecinos de la zona pueden sumarse y colaborar. A través de ellos han conseguido la donación de más de 100 corderos y más de 100 quesos de cooperativas cercanas, que las religiosas y los voluntarios han distribuido estos días de Semana Santa entre las familias, junto a más alimentos que desde la plataforma y de otras familias que quieren colaborar han ido sumando. Desde hace unos días  estos alimentos también se distrubuirán en la zona de El Molar.

 

 
Un trabajo en equipo

 

Las religiosas agradecen muy especialmente la colaboración y excelente disposición de la Guardia Civil, que desde el primer momento les ha facilitado los permisos para circular con el coche hasta donde viven las familias. Asimismo me trasladan que están recibiendo continuamente mensajes telefónicos de agradecimiento por parte de las personas que atienden. El equipo del centro de Cáritas de Buitrago (religiosas, voluntarios, personas que ayudan a limpiar el local, personas que consiguen las pocas mascarillas y guantes de que disponen, etc.) son un verdadero equipo de la Caridad en la zona. 

 

"Hola hermana, gracias a usted y a Cáritas por los alimentos!! Me son de gran ayuda.. Alimentos frescos, Gracias a Dios!!!", enseña Hermila en su teléfono. "No tengo palabras, no sé cómo le voy a poder agradecer lo que está haciendo por nosotros", dice otro mensaje.
 
 
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