La Casa de Acogida abre sus puertas

Cáritas Madrid 5 de Noviembre de 2019

El recurso, dirigido a personas sin hogar, ha estrenado nueva ubicación recientemente, por eso ha organizado unas jornadas bautizadas como "Conócenos" para mostrar su trabajo y organización a los proyectos y servicios que trabajan para la integración de las personas en exclusión social de Cáritas Diocesana de Madrid.

El recurso, dirigido a personas sin hogar, ha estrenado nueva ubicación recientemente, por eso ha organizado unas jornadas bautizadas como "Conócenos" para mostrar su trabajo y organización a los proyectos y servicios que trabajan para la integración de las personas en exclusión social de Cáritas Diocesana de Madrid.


Cáritas Madrid. 5 de noviembre de 2019.- Hace unos meses, la Casa de Acogida San Agustín y Santa Mónica se mudó a la calle Antonio González Porras. Después de un periodo de adaptación a las nuevas instalaciones, la Casa está funcionando al cien por cien y quiere mostrárselo a todos.


Para ello, el equipo de la Casa ha puesto en marcha unas jornadas de puertas abiertas dirigidas a los diferentes servicios y obras que componen Cáritas Diocesana de Madrid, que han bautizado con “Conócenos…”. En estas jornadas se muestran las nuevas instalaciones, el trabajo que allí se realiza con personas sin hogar, el itinerario y la guía de derivación que las personas que acogemos pueden seguir dentro de la institución para su plena integración en la sociedad y la labor de las personas voluntarias de la Casa que cada día colaboran en su funcionamiento.

Han pasado por la Casa los equipos de las vicarías I, VII y VIII; de Santa María del Parral, de los diferentes residenciales de Cáritas Diocesana, del Piso-Hogar para Menores no Acompañados (Menas), de los Proyectos de Mujer y del Centro de Tratamiento de Adicciones, y las puertas siguen abiertas.


La Casa tiene como misión ofrecer a personas en situación de exclusión social un espacio residencial con un clima familiar y de acogida, y un acompañamiento socioeducativo, que les permite sentirse valoradas, desarrollar su autonomía personal y mejorar su integración social.

La intervención que se realiza tiene un fin educativo e individualizado, ya que cada residente presenta problemáticas muy distintas. Está basada en la persona, incidiendo en los factores que influyen en su situación de exclusión social y potenciando los recursos, capacidades, habilidades y apoyos que favorezcan su proceso de reinserción.

En la Casa de Acogida trabajamos desde una perspectiva biopsicosocial, entendiendo la intervención de forma integral, teniendo en cuenta todas las dimensiones de la persona (salud, características psicológicas, convivencia, apoyos sociales, relación con el entorno…).

Pero no solo se trabaja de forma individual con las personas que acogemos en San Agustín y Santa Mónica, la integración de los residentes en el barrio y su relación con el voluntariado es una parte fundamental del acompañamiento. Por su parte, el voluntariado hace una labor fundamental en la Casa. Las personas voluntarias son formadas y acompañadas por el equipo contratado y desempeñan una función básica en la integración y acogida de la población atendida en la Casa, aportando normalización en las relaciones, siempre diferentes a las que pueden establecer profesional y residente.

La implicación personal de los residentes en su propio proceso es un principio fundamental en la metodología de intervención educativa. Por su parte, la participación cotidiana de los residentes en la vida de la Casa es uno de los instrumentos educativos principales del proyecto, aportando en el día a día y también a través de las asambleas periódicas que se realizan y cumplimentando las encuestas de satisfacción para llevar a cabo una mejora continua de la atención.

La Casa cuenta con 19 plazas, de las cuales 6 son de corta estancia (hasta dos meses), 9 de larga estancia (hasta 24 meses), 4 están convenidas con Madrid Salud (Ayuntamiento de Madrid) y destinadas a Patología dual (2 plazas, hasta 4 meses de estancia) y a Deterioro psicosocial (2 plazas, hasta 12 meses de estancia).


Desde 1997, la Orden de San Agustín apoya muy especialmente este proyecto que cuenta con 35 personas voluntarias y tres hermanas de la congregación AMICO.

 

Volver