La atención psicológica en proyectos socioeductivos con menores

Cáritas Madrid 20 de Septiembre de 2015

La atención psicológica a menores y sus familias como actividad de los proyectos socioeducativos desarrollados por Caritas Madrid (Centros Educacionales del Menor) se inició hace 5 años como experiencia en tres proyectos, en colaboración con el Programa Caixa Proinfancia de Obra Social “La Caixa”.

La atención psicológica a menores y sus familias como actividad de los proyectos socioeducativos desarrollados por Caritas Madrid (Centros Educacionales del Menor) se inició hace 5 años como experiencia en tres proyectos, en colaboración con el Programa Caixa Proinfancia de Obra Social “La Caixa”.

 

Cáritas Madrid. 21 de septiembre de 2015.-En sus inicios fue una actividad muy  novedosa, pues nunca habíamos trabajado aspectos psicológicos con menores, sí con adultos, y por otra parte porque siempre este trabajo había estado vinculado a proyectos residenciales de ámbito diocesano y no a niveles arciprestales y parroquiales.


Fue un gran acierto esta opción pues nos está permitiendo descubrir e identificar dificultades que están teniendo los menores y que inicialmente no hubiéramos podido tratar como requiere; además de brindar a los equipos de los proyectos herramientas para trabajar en el día a día, tarde a tarde con los niños y niñas en los proyectos.


Durante el curso 14/15  se desarrollaron en 11 proyectos CEM, en distintos barrios de Madrid, y en los 4 residenciales familiares,  todos ellos incluidos dentro del Programa CaixaProinfancia de la Obra Social “La Caixa”; esta labor está desarrollada por 5 psicólogas y la supervisión del servicio de la Unidad de Acompañamiento a la Intervención (UACI) de Caritas Madrid.


Concretamente la Atención Psicoterapéutica, tal y como la desarrollamos en Caritas Madrid, consiste en brindar orientación psicológica a familias y menores, en aquellos casos en los que se detectan dificultades en las distintas áreas de desarrollo como son la emocional, la académica, la familiar o la relacional, entre otras; así como promocionar la salud relacional del niño y su familia. Es decir, no solo compensar cuando hay problemas, sino también prevenirlos, esta opción es claro ejemplo del trabajo realizado por ejemplo con adolescentes. Además no es un servicio aislado sino que se contempla conjuntamente con el acompañamiento que se realiza con los padres (aspectos laborales, económicos, formativos, de mejora de vivienda, relacional…) y con los niños/as (ayuda en la realización de tareas escolares, oferta de espacio para relacionarse al salir del colegio, coordinación con tutor del colegio, colonias en periodos vacacionales escolares, actividad de psicomotricidad…).


La intervención llevada a cabo por psicólogos se inicia a partir de la detección de alguna dificultad en el menor, bien sea por parte de los monitores que trabajan en el día a día con los menores realizando la tareas escolares o actividades de tiempo libre en los distintos proyectos socioeducativos (CEM) o bien por parte de la Persona de Referencia en el Arciprestazgo (PRA) que realiza el acompañamiento de la familia.


A partir de detectar una necesidad especial en el menor, se establece un compromiso con los padres para iniciar un proceso de evaluación psicológica que permitirá detectar las dificultades concretas, para posteriormente valorar las posibilidades de iniciar un tratamiento más profundo de las mismas, bien sea de forma individual con el menor, o bien con los padres, o grupalmente con alguno de los dos. En caso de que la problemática detectada requiera un tratamiento a largo plazo o sea una problemática específica para las que no estamos especializados,  o consideremos que requiere de la intervención de un organismo público,  se derivará el caso a servicios externos que puedan dar seguimiento al mismo.


Una vez tengamos identificadas las dificultades, el tratamiento consiste en una serie de sesiones individuales o grupales con niños entre 3 y 16 años y/o sus familias. Pretendiendo mejorar sus habilidades concretas de relacionarse con los demás a nivel social, emocional, cognitivo o motor.


¿Cómo lo hacemos? Pues según la edad de los menores hay que adaptarse de forma que los niños hablan, dibujan, juegan con puzzles o construcciones expresando a través de su lenguaje y sus juegos las dificultades que tienen en su día a día.


Y desde una actitud de escucha activa, la psicóloga observa, pregunta y va recogiendo toda la información, evaluando las situaciones personales y sociales, reorientando actitudes y comportamientos y dando orientación a la familia.


Es muy importante un trabajo de constante coordinación e implicación de todos los profesionales que realizan la intervención con las familias (monitores de apoyo escolar y tiempo libre, tutores del colegio, trabajador social de referencia, etc.). Uniendo esfuerzos entre todos los profesionales, es posible lograr un trabajo más integral con el menor y su familia, garantizando así el logro y mantenimiento de los objetivos terapéuticos a largo plazo.


Entre las dificultades detectadas en menores más comunes destacan problemas emocionales como consecuencia de la situación social y económica actual del grupo familiar de los menores, así como dificultades en la atención y concentración que en muchos casos se deben a la poca motivación por las actividades escolares o falta de estimulación por parte de los padres, quienes en muchas ocasiones se encuentran sobrepasados por su  situación actual. Estas necesidades detectadas ponen en relieve, una vez más, la importancia de ofrecer un apoyo integral a la familia en la educación y estimulación de sus hijos para favorecer el desarrollo óptimo de sus habilidades, aptitudes y recursos personales.


Los padres de los menores atendidos en el programa han referido que el poder recibir las orientaciones  psicológicas de un profesional, les ha hecho sentirse acompañados en la difícil tarea de la crianza de sus hijos. Sienten que han adquirido nuevas herramientas para afrontar las problemáticas de sus hijos a nivel emocional, académico y en las relaciones familiares.


Una gran oportunidad está siendo el trabajo grupal desarrollado con padres, actualmente se están desarrollando Escuelas de Familia en 6  proyectos. Las necesidades que se han detectado en las familias participantes, han sido principalmente las de adquirir pautas educativas que les permitan mejorar como padres y trabajar en la coordinación con sus parejas a la hora de establecer límites y rutinas para sus hijos en el hogar. Los padres que asisten al grupo, consideran que poder compartir con otros padres sus experiencias en la crianza de sus hijos, les permitirá enriquecer sus conocimientos y adquirir nuevas herramientas, para poder conocer mejor a sus hijos y cubrir sus necesidades de una forma más efectiva.


Igualmente se van a iniciar próximamente dos grupos con adolescentes, donde se trabajarán principalmente aspectos como la propia identidad, cómo creemos que nos ven los otros, inteligencia emocional, habilidades sociales en las relaciones con iguales y padres… además de temas de concentración, motivación para los estudios…

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