La atención de Cáritas Diocesana de Madrid en 2024, marcada por la crisis de la vivienda y la precariedad laboral
18 de Junio de 2025Cáritas diocesana de Madrid ha atendido a más de 106 mil personas, dando más de 25 mil ayudas directas con una inversión de 7 millones de euros.
El elevado precio de la vivienda y los empleos precarios siguen aumentado la brecha de la desigualdad. Se añaden además otros problemas sociales como la soledad no deseada, los problemas de salud mental y el sinhogarismo, que también hacen que aumenten las personas en exclusión que atiende Cáritas diocesana de Madrid.
Desde Cáritas diocesana de Madrid alertamos de que, pese a que los datos indican una mejora económica, esta mejora no llega a quienes más lo necesitan, las personas y familias vulnerables que llaman a nuestra puerta. Hay un aumento del 20 % de la tasa de exclusión social (AROPE) y el índice de Gini, que mide la desigualdad, lo que sitúa a nuestra región como la más desigual del país.
Esta desigualdad, y las necesidades sociales detectadas, son las que hacen que sigamos con nuestra labor de acompañamiento a las personas en situación o riesgo de exclusión social, de la que ahora hacemos un balance anual, recogido en nuestra memoria 2024.
“Esta presentación es – señala Carmen Polo, directora adjunta de Cáritas Madrid- más que un ejercicio de rendición de cuentas, una oportunidad para compartir una mirada a la realidad que vivimos y acompañamos desde Cáritas”.
Esta realidad pone de manifiesto que hay una parte de la sociedad que no puede hacer frente a los gastos de vivienda, educación, salud y cobertura de necesidades básicas. Debemos señalar que los problemas estructurales que generan desigualdad persisten. Así hablamos, por ejemplo, del impacto negativo que está teniendo la escalada del precio de la vivienda, que en los últimos 10 años ha duplicado su valor, haciendo muy difícil a las familias con menos recursos el acceso o la permanencia en la vivienda.
Otro problema estructural es el de los empleos precarios que no permiten vivir dignamente, sino sobrevivir. Hay quienes acceden al mercado laboral, pero sin condiciones que les permitan salir de la pobreza, y hay quienes directamente no pueden cubrir sus necesidades más básicas.
Atención: más de 106 mil personas atendidas y más de 25 mil ayudas directas
Cáritas diocesana de Madrid ha acompañado durante 2024 a 106.382 personas, de las cuales el 44 % acudían por primera vez. Es decir, casi la mitad de las personas que han llamado a nuestra puerta este año lo hacían por primera vez, muchas en una situación límite. “Por eso afirmamos que la mejora económica no está llegando a las personas más vulnerables”, matiza Carmen Polo.
Las hemos acompañado a través de 374 Cáritas parroquiales y 418 proyectos dirigidos a menores y familias, mujeres, jóvenes, mayores, personas con problemas de salud o de zonas de exclusión, así como de vivienda, formación, empleo o gestión administrativa. Nuestra respuesta no ha sido solo asistencial, no se limita a ayudas puntuales, sino que se ha realizado un acompañamiento integral, personalizado, que mira a la dignidad y los derechos de cada persona.
En total se han entregado 25.796 ayudas por un importe de 7.433.721 euros. De estas ayudas el 58 % ha ido destinada a alojamientos temporales o vivienda, el 32 % a cubrir necesidades básicas y el 10 % al resto de necesidades.
Nuestra labor ha sido posible gracias a la colaboración de 9.323 personas voluntarias, la solidaridad de las comunidades cristianas y la colaboración de 24.268 personas donantes. El 85 % del presupuesto empleado provino de aportaciones voluntarias y el 15 % del IRPF y subvenciones de la Administración Pública.
Perfil de personas acompañadas: familias monoparentales y jóvenes
En cuanto al perfil de las personas acompañadas, destacamos el de las familias monoparentales, numerosas o migrantes, colectivos que presentan tasas de pobreza superiores a la media. Otro dato significativo es que el 30 % de las personas atendidas son menores de edad; esto indica que hay una gran cantidad de niñas y niños creciendo en contextos de pobreza, lo que afecta gravemente a su desarrollo y a su futuro.
En cuanto a las nacionalidades, además de a personas españolas, hemos acompañado principalmente a personas procedentes de Perú, Venezuela y Colombia, reflejo de los movimientos migratorios y de la necesidad de acogida y apoyo que requiere una sociedad diversa.
Iniciativas que dan respuesta a necesidades nuevas y recurrentes
Nuestra actuación va más allá de la atención y ayuda directa a las personas. Aspiramos a la construcción de una sociedad más justa, por ello, hemos desarrollado también diversas actuaciones de análisis de la realidad social. Lo que nos ha permitido dar respuesta a nuevas necesidades detectadas:
- Soledad no deseada en las personas mayores. Madrid es una de las ciudades con índice de envejecimiento más alto del país. Más de 666.000 personas mayores viven en la capital, muchas de ellas en situación de soledad no deseada, un fenómeno que tiene efectos directos sobre la salud física y psicológica, y que puede derivar en la necesidad de atención sanitaria o institucionalización. Desde Cáritas Madrid hemos intensificado el acompañamiento a personas mayores en las comunidades parroquiales, con 37 proyectos de acompañamiento a través de los que se han atendido a más de 1.000 personas mayores. Además, contamos con recursos como el Hogar Isaías o la vivienda comunitaria, que ofrecen un espacio seguro y digno a personas mayores que viven en situación de vulnerabilidad.
- La salud mental en personas sin hogar. Otra realidad especialmente grave es la de las personas sin hogar y con problemas de salud mental. En Cáritas Madrid hemos consolidado el proyecto San Felipe Neri, un espacio donde se trabaja en coordinación con las Cáritas parroquiales para detectar posibles casos de problemas de salud mental para trabajar con la persona de una manera integral (espacios de descanso, talleres, búsqueda de recursos…).
- Una respuesta ante la emergencia habitacional. En Madrid, el precio de la vivienda se ha duplicado y muchas familias no pueden asumir los gastos de un alquiler, lo que afecta directamente a su estabilidad, su salud y el desarrollo de sus hijos e hijas. Desde Cáritas hemos acompañado a personas y familias en situación de exclusión residencial, a través de alojamientos temporales, pisos de acogida y ayudas económicas. Con todas ellas se ha realizado un acompañamiento personalizado para facilitar el acceso a derechos como la salud, la educación, el empleo o el arraigo comunitario.
Desde Cáritas Diocesana de Madrid queremos hacer una radiografía de la realidad social que atendemos, pero, sobre todo, dar voz a las personas que acompañamos y recordar que, mientras una parte de la sociedad avanza, otra sigue esperando una oportunidad, un gesto, una mano tendida.