JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO “Emigrantes y refugiados: hacia un mundo mejor"

Cáritas Madrid 18 de Enero de 2014

“Toda persona pertenece a la humanidad y comparte con la entera familia de los pueblos la esperanza de un futuro mejor”. De esta constatación, surge el lema “Emigrantes y refugiados: hacia un mundo mejor”, que el Papa Francisco ha elegido para la Jornada.
El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, nos invita a “salir al encuentro, vivir la fraternidad”.
Cáritas Española reafirma su opción por proteger a los refugiados e inmigrantes más vulnerables en todo el mundo.

- “Toda persona pertenece a la humanidad y comparte con la entera familia de los pueblos la esperanza de un futuro mejor”. De esta constatación, surge el lema “Emigrantes y refugiados: hacia un mundo mejor”, que el Papa Francisco ha elegido para la Jornada.

- El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, nos invita a “salir al encuentro, vivir la fraternidad”.

- Cáritas Española reafirma su opción por proteger a los refugiados e inmigrantes más vulnerables en todo el mundo.

 

 

El mensaje del Papa Francisco para esta Jornada.

 

Con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, que la Iglesia celebra este domingo, 19 de enero, el Papa Francisco en su mensaje ha dicho “Emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad. Se trata de niños, mujeres y hombres que abandonan o son obligados a abandonar sus casos por muchas razones, que comparten el mismo deseo legítimo de conocer, de tener, pero sobre todo de ser “algo más”.

Francisco señala que la Iglesia tiene la obligación de acompañarlos en su camino, comprender las causas de los movimientos migratorios y, sobre todo, trabajar para acabar con el rechazo, exclusión y marginalidad que muchas veces sufren en las comunidades de tránsito y destino. Se trata de pasar de la “cultura del rechazo” hacia los emigrantes, los refugiados, los prófugos y los que solicitan asilo, a una “cultura del encuentro”.

 

"Salir al encuentro, vivir la fraternidad” es el título de la Carta que el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, para esta Jornada.

En ella comienza diciendo “Esta Jornada Mundial nos recuerda de nuevo que estamos ante la exigencia insoslayable de hacer posible una convivencia profundamente humana sobre la base evangélica de nuestro reconocimiento mutuo como hermanos en una sociedad en la que la presencia de los emigrantes continúa siendo determinante. Una convivencia que ha de ser alimentada y sostenida a la luz de la fe con la fuerza de la esperanza y de la caridad cristianas”

Explica que “el anuncio del evangelio, que nos impulsa a vivir la catolicidad, reclama de nosotros vivir no sólo la comunión fraterna entre los bautizados sino también sacar fielmente la consecuencia de ofrecer una fraterna hospitalidad al inmigrante, sea cual sea su raza, cultura, y religión; rechazando toda exclusión o discriminación y proponiéndoles la verdad del Evangelio, Cristo Jesús, que nosotros hemos recibido como un don y en quien se funda la verdadera y no manipulable fraternidad.

 

 Las comunidades parroquiales, que perseveran con generosidad y valentía en convertir en obras de amor fraterno el servicio a los inmigrantes, han de mantener:

   •la acogida que favorezca su inserción integral, con una vida más digna que presupone e incluye también la dimensión de la fe y la práctica religiosa, esencial para toda persona;

   el acompañamiento eficaz que necesitan en las tramitaciones tan complicadas, exigidas por las leyes y las normas administrativas para su pacífica integración social. Acompañamiento que no debe ser escatimado a aquellos que están bautizados en su incorporación activa a la vida de la Iglesia;
   la caridad, que es creativa, para colaborar en la resolución de las emergencias que acontecen, y pueden acontecer, incluso en situaciones de emigración irregular, a fin de conseguir la normalización tan deseada, que estabiliza y favorece una fructuosa convivencia.

 

La Iglesia reconoce el derecho a emigrar, la posibilidad de salir del propio país y de entrar en otro en busca de mejores condiciones de vida, y también reconoce el derecho a no emigrar, es decir, a que se promuevan y aseguren las condiciones objetivamente válidas para permanecer con dignidad en la propia tierra. Reconocimiento que se debe de hacer efectivo en el esfuerzo incesante por lograr una actitud de acogida basada en el respeto de los derechos fundamentales de nuestros hermanos emigrantes y de su equiparación en derechos y deberes con lo demás ciudadanos.”

Y nos invita "¡en el contexto pastoral de la nueva Jornada Mundial del emigrante y del refugiado, a ser testigos y misioneros del Evangelio que contiene la de ser artífices incansables de fraternidad! ¡Que Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por intercesión de santa María la Real de la Almudena, nos sostenga y acompañe en el camino emprendido! A Ella le encomendamos la acción tantas veces ímproba y sacrificada y el generoso compromiso de cuantos atienden a las necesidades de los inmigrantes en el servicio de la fe, de la esperanza y de la caridad. Servicio de fraternidad cristiana que les debemos y del que tanto depende el futuro mismo de nuestras comunidades eclesiales.”

 

Con motivo de esta Jornada, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, presidirá la solemne celebración de una Eucaristía en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena. La misa dará comienzo a las 12:00 horas.

 

Cáritas Española reafirma sus opción por proteger a los refugiados e inmigrantes más vulnerables en todo el mundo.

Cáritas Española, como miembro de la Iglesia, se suma al llamamiento del Papa Francisco y denuncia la tragedia que viven los 14,5 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares y buscar refugio en otros países, así como los 28,8 millones de desplazados internos dentro de las fronteras de sus propios estados y el millón de personas que ha pedido asilo en todo el mundo.

La principal causa de estos movimientos forzosos de población sigue siendo los conflictos armados en países como Siria, Afganistán, Iraq, República Centroafricana, Colombia o Sudán.

Y con estas personas, especialmente con las más vulnerables entre ellas, trabaja Cáritas Española desde hace décadas, acompañándolas en campos de refugiados de todo el mundo, en los países de tránsito hacia su destino o en las comunidades de acogida.

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