¡Hay que cuidarse!
Cáritas Madrid 10 de Mayo de 2017Encuentro de voluntarios de Cáritas en el arciprestazgo San Juan Evangelista de Vicaría II
Encuentro de voluntarios de Cáritas en el arciprestazgo San Juan Evangelista de Vicaría II.
Cáritas Madrid. 10 de mayo de 2017.- Diríamos que este fue el lema tácito del encuentro. Pensado estaba desde hace tiempo y señalado en la programación del presente curso pastoral en nuestro arciprestazgo. Diversas circunstancias hicieron que el encuentro se fijase a últimos del mes de abril, aunque se había previsto para un par de meses antes. Pero nos vino mejor esta fecha: tiempo más apacible, luz de día durante bastantes horas … Somos un grupo de voluntarios, cuya edad media … en fin, no la calcularemos, pero digamos que ya entradita la tercera edad. Las ganas y la voluntad no nos faltan, pero la organización particular y familiar de cada uno, las fuerzas físicas y la prudencia lógica las medimos como mejor podemos; y un encuentro a hora tardía, con frío y de noche cerrada no es el mejor reclamo para la convocatoria. Lo tenemos que aceptar así, así como entendemos la ausencia de algunos voluntarios en el encuentro, pese al atractivo del momento y del objetivo del encuentro.
Así que nos reunimos unas veinticinco personas, contando a las organizadoras del encuentro (la PRA de la Zona del barrio de Salamanca y las Responsables de Voluntariado y Comunicación para la Sensibilización, del Arciprestazgo) y al sacerdote coordinador de Cáritas en dicho Arciprestazgo (Padre Félix Martínez, de la congregación de Amigonianos de la parroquia Ntra. Madre del Dolor).
El encuentro comenzó con una reflexión del Padre Félix sobre “El Voluntario en Cáritas”, que desgranó las bases del compromiso cristiano del voluntariado (“Dios, liberador de los pequeños”, “Cristo se hace pobre entre los pobres”, “El Espíritu anima a la opción por los pobres”, “La Iglesia se preocupa de los pobres”), las claves del acompañamiento a las personas que acuden a Cáritas por necesidad (tacto y discreción, capacidad de escucha, empatía, paciencia, confidencialidad, tolerancia y respeto, trabajo en equipo, perseverancia, conocimiento y dominio de los propios sentimientos) y los desafíos que se le presentan al voluntario (Formación y trabajo en equipo, Acción organizada, Calidad y eficacia, Experiencia personal) … mucha enjundia para un tiempo limitado, que dejó ganas de seguir escuchando al Padre Félix en nuevas ocasiones.
El encuentro continuó con una dinámica interesante, en la que se involucró a todos los asistentes a reflexionar – y a manifestar – sobre lo que ellos creían que eran los problemas que pueden envolver la acción de cada cual en Cáritas y los frutos particulares, dificultades personales y aspectos a mejorar en su labor como voluntarios. La imagen fue un árbol, al que se le fueron añadiendo unas jugosas manzanas – los frutos particulares –, unas cuantas hojas caídas de sus ramas – las dificultades y limitaciones personales – y unas coloridas regaderas, en el suelo, para rociar de “agua nueva y abundante” aquellos aspectos a mejorar. Los problemas y aspectos negativos se echaron a la papelera, aunque no para olvidarlos sólo, sino para corregirlos. La dinámica dio juego suficiente, siempre insistiendo en que tenemos que parar y reflexionar sobre nuestra actuación como voluntarios, como un ejercicio, lo más aséptico posible, de cuidado personal y de cuidado de la acción voluntaria. Todo lo que se recogió servirá de análisis concreto y conclusiones que se presentarán en la próxima Comisión Arciprestal a celebrar próximamente.
El encuentro finalizó con un tentempié vespertino preparado, con cariño, por voluntarios de cada parroquia. Y nos emplazamos para siguientes encuentros, con la voluntad de seguir animando a cuantos no pudieron venir para que sigamos todos enganchados al voluntariado de Cáritas y sus circunstancias. Un par de bombones, ofrecidos con generosidad por la Responsable de Voluntariado, terminaron por endulzar del todo el encuentro.
Agradecemos a la parroquia de San Bonifacio y a su párroco, don Vicente, el ofrecimiento de sus locales para celebrar este encuentro. Nos sentimos muy a gusto.