Feliz Pascua de Resurreción: En medio de la dificultad, vivamos la alegría de la Resurreción
Cáritas Madrid 12 de Abril de 2020Hoy, en el Domingo de Resurreción, celebramos que Jesús, el crucificado, vive para siempre: su Padre, Dios, lo ha resucitado ¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡Preparémonos a vivir y celebrar la gran noticia!
Lecturas: Hechos de los Apóstoles 10, 34a.37-43. Sal 117 / Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 1-4. Evangelio según San Juan 20, 1-9.
Hoy, en el Domingo de Resurreción, celebramos que Jesús, el crucificado, vive para siempre: su Padre, Dios, lo ha resucitado.
Cáritas Madrid. 12 de abril de 2020.- En medio de las dificultades, del temor, el miedo e incluso la muerte, hoy sabemos que tenemos una razón para la esperanza, un porqué para vivir con alegría: Cristo ha resucitado. Está en el camino de la vida, de lo diario, de lo sencillo. Se trata de adentrarnos en lo de cada día con el espíritu del resucitado, mirando lo que hay de amor y de entrega, todos los signos que provocan en nosotros razones para seguir viviendo y amando.
La condición para el encuentro es salir y buscar, dejarse llevar por la sed de lo auténtico y no darse por vencido ni encerrarse en la oscuridad de uno mismo o del mundo. El oficio del creyente, del seguidor de Jesús, es rastrear su huella resucitada en medio del mundo y una vez encontrada señarla con gritos de esperanza para que otros muchos puedan abrazarse y vincularse a es hombre nuevo que es Cristo resucitado.
Cristo, muerto por amor, vive para siempre. Jesús, fiel hasta derramar su sangre, ha abierto para todos nosotros el camino de la vida. Hoy celebramos la resurrección del Señor; para celebrar que nada es más fuerte que la fidelidad amorosa de Dios. Nada, ni todo el mal que los hombres somos capaces de realizar, ni toda la tristeza que existe en nuestro mundo, pueden deshacer el proyecto de amor que Dios ha iniciado en su Hijo y que en él nos ha ofrecido como regalo.
No tenemos miedo
Se ha terminado el tiempo de los temores ante un poder infundado que atemoriza el corazón de los sencillos en una dinámica de juicio que se impone y que no salva. Ahora somos nosotros mismos los que tememos no sabernos dejar amar por el que da la vida entera a favor nuestro. Ahora estamos seducidos porque la piedra, que se rechazaba por inútil y débil en la cruz, se ha hecho angular y solo puede salvarse lo que transita por la senda de la misericordia entrañable de nuestro Dios que nos ha visitado de lo Alto. Ahora tenemos un buen pastor que huele a ovejas y las ama, por eso no tenemos ningún miedo, solo cariño, amor, confianza y la ilusión de que un día seremos como Él. Y entonces, solo entonces, tendremos la alegría definitiva. Ahora queremos grabar el aleluya como un sello en el corazón y no olvidar que tu amor es más fuerte que la muerte, que ni los ríos ni los mares podrán anegarlo, y que si alguien quisiera comprarlo se haría despreciable
CUESTIONARIO PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO
1. «Ha resucitado de entre los muertos». ¿Qué implicaciones tiene para tu vida que Cristo haya resucitado?
2. ¿Qué temores nos disipa el Resucitado? ¿Qué esperanza suscita?
3. ¿Cuáles son los signos de resurrección que vemos hoy en nuestro mundo, y más concretamente en nuestros ambientes?
4. «Id a decir a mis hermanos…». ¿A quién tenemos que comunicar hoy esta Buena Noticia? ¿De qué manera podemos hoy anunciar esta Buena Noticia?