Feliz Pascua de Resurrección ¡Cristo ha resucitado y vive entre nosotros, Aleluya!

Cáritas Madrid 21 de Abril de 2019

Lecturas del Domingo de Resurrección:  Hch 10, 34A.37-43; Salmo 117; Col 3, 1-4; Jn 20, 1-9

 

Lecturas del día: Hchs 10, 34A.37-43; Salmo 117; Col 3, 1-4; San Juan 20, 1-9


Cáritas Madrid. 21 de abril de 2019.- ¡Cristo ha resucitado, Aleluya! ¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡Preparémonos a vivir y celebrar la gran noticia!
El tiempo cronológico de Jesús ha dejado paso a un tiempo existencial donde su presencia de Señor resucitado inunda la vida de todo creyente. Ha comenzado una situación nueva, Dios que ha resucitado a Jesús, resucitará al ser humano, con él. Jesús con su resurrección nos ha revestido del hombre nuevo, el tiempo de dolor, sufrimiento y muerte ha pasado, nuestras esperanzas están puestas en este Cristo resucitado, capaz de transformar la vida entera. Ser testigos de este acontecimiento nos lleva a fijar la mirada en nuestros hermanos que viven situaciones de muerte. Nuestra fe en la Vida ha de llevarnos al compromiso con aquellos que no encuentran el camino de la luz, la alegría y la vida digna. Ser fecundos, santos para el mundo, es llevar una vida resucitada que contagie a otros, que les ayude a ver y creer en ese Dios que sacude la pesadumbre de la muerte, que cumple su Palabra y la hace «carne» resucitada.

 

Hay situaciones, durante el día, que te impiden dormir, y hay acontecimientos que te llevan a permanecer en estado de vigilia. El de hoy es un acontecimiento inesperado, aunque Jesús ya lo había dicho, al menos en tres ocasiones. Hablaba de él, de lo que había de ocurrir, de esperar sin impaciencia, pero con esperanza, tener fe en sus palabras. Por ello María Magdalena no podía dormir, deseaba que llegara pronto el amanecer. El Señor estaba en su tumba, necesitaba verle, ungir su cuerpo, pero Jesús no estaba allí. María salió corriendo, tal vez Pedro y el discípulo a quien Jesús amaba supieran algo de lo que había ocurrido.

 

Tenía que contárselo a ellos. Despierta, mujer, la oscuridad aún no te deja ver lo que está por llegar. Despierta Pedro, el peso del camino, el cansancio, pueden paralizar los pies, pero la entrega es generosa, y toca apacentar el rebaño. Despierta, tú que te sientes amado, el Señor vive, lo sabes, lo presientes, no solo en tu corazón, sino en el mundo, en la creación, ha resucitado. El trio de personajes espera, desea, se pone en movimiento, pasa de la oscuridad a la luz, de la ansiedad a la urgencia de la fe. El mundo espera, el ser humano se abre, lo bueno de Dios se conoce, la alegría pascual se contagia. Despierta, no es tiempo para estar dormidos.



 

 

 

Pregón pascual

 

¡Alegraos hermanos y hermanas!

 

¡Cristo ha resucitado y vive para siempre!

 

¡Que se alegren las criaturas todas,

 

las del cielo, las de la tierra, las del aire y las del agua!

 

¡Todo hoy anuncia, a quien quiere verlo!

 

 

 

 


 

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