Una pieza que lo cambia todo: la que une a familias acompañas y personas voluntarias desde la cercanía y el amor

“Una puerta siempre abierta” ha sido la pieza de puzle que faltaba en la dinámica que ha organizado Cáritas Vicaría III durante el encuentro con las familias acompañadas y las personas voluntarias.

Esta pieza de puzle representa la acogida que define la misión de Cáritas diocesana Madrid: una puerta que nunca se cierra, que espera, que abraza y que invita a entrar sin condiciones.

Cada participante ha colocado su pieza en un gran puzle que ha simbolizado que Cáritas se construye entre muchos corazones que sienten y sirven. Al añadir la última pieza —esa puerta siempre abierta— se ha recordado que la misión de Cáritas solo cobra sentido cuando se vive desde la cercanía, la ternura y el amor incondicional.
En este sentido, el objetivo del encuentro ha sido compartir lo que significa Cáritas Madrid en la comunidad cristiana y renovar el compromiso de seguir siendo hogar para quien lo necesite.

Asimismo, durante la jornada, personas mayores y jóvenes —unas 120 en total— han disfrutado de las actividades que un grupo de voluntarios del Colegio Tajamar ha preparado “con ilusión, regalando alegría y servicio desinteresado”.

Todas las personas participantes se han sentido parte de una misma casa: la gran familia de Cáritas Madrid. Este encuentro ha sido posible gracias a la parroquia de Nuestra Señora de Moratalaz, que ha cedido sus instalaciones, y al grupo de voluntariado del Colegio Tajamar, “cuya entrega y entusiasmo ha hecho posible el buen desarrollo del encuentro”.