Facilitar el cuidado de todo lo vivo
Cáritas Madrid 11 de Marzo de 2019Mesa redonda con experiencias de cambio social en Cáritas Vicaría II
Mesa redonda con experiencias de cambio social en Cáritas Vicaría II.
Cáritas Madrid. 11 de marzo de 2019.- Unir a las personas y el cuidado del medio natural es cuidar el desarrollo humano integral en donde todo está en equilibrio y armonía según la Creación soñada por Dios. No hay dicotomía entre transformación social y cuidar la Naturaleza.
Todo converge y confluye. Soñar con un mañana compartido, en donde "vivan el cordero con el lobo" es posible desde el cambio de vida personal que lleva a ser ciudadanos conscientes y transformadores. En este sentido, tuvimos el formato mesa redonda del cambio, con los testimonios y experiencia de vida que cambian otras vidas, en la parroquia Concepción de Pueblo Nuevo, con la presencia de Jorge de Dompablo, cura diocesano, que nos tocó el corazón con la forma de vivir su vocación cristiana, siempre al lado y defendiendo a los pobres en el mundo de la droga y la exclusión.
Jorge manifiesta sencillamente, ser feliz compartiendo su vida con ellos, porque la vida le cambió y eso le hace vivir la entrega a las personas desde esa tierra sagrada que son los empobrecidos. También Carlos Melgar, de la Fundación Adsis, coordinador de voluntariado y profesor universitario, nos compartió con lucidez y cercanía su trayectoria personal y comunitaria de cambio personal, en donde la persona siempre debe ser el centro de todas las decisiones y anhelos. Su experiencia en América Latina en cooperación al desarrollo y comercio justo, le ha ayudado a crecer en humanidad y ser consciente que el cambio auténtico se produce en nuestros estilos de vida y en la mirada que hacemos al mundo cuando conectamos lo social con lo ambiental. No hay dualidades posibles. Y este cambio va surgiendo en la pertenencia a la Comunidad.
Tras los testimonios tuvimos un enriquecedor diálogo en donde los voluntarios preguntaron y dialogaron sobre lo escuchado. Fue una velada muy cálida y reconfortante, un espacio fraterno con 33 voluntarios de la zona.