Eucaristía de acción de gracias por el tiempo de servicio de Javier Hernando en Cáritas Madrid

Cáritas Madrid 15 de Julio de 2021

 Me siento privilegiado por este tiempo de gracia. Apasionante camino con sus luces y sombras, alegrías y tristezas. Con frecuencia me habéis oído decir:El trabajo en Cáritas es muy difícil, pero, si quieres, puedes hacer que sea apasionante">>.

 Me siento privilegiado por este tiempo de gracia. Apasionante camino con sus luces y sombras, alegrías y tristezas. Con frecuencia me habéis oído decir:El trabajo en Cáritas es muy difícil, pero, si quieres, puedes hacer que sea apasionante">>.

 

Cáritas Madrid. 15 de julio de 2021.- Con la Eucaristía celebrada este 14 de julio en la parroquia San Hilario de Poitiers hemos dado las gracias por el servicio de Javier Hernando a Cáritas Diocesana de Madrid, en sus casi 40 años de trayectoria en la institución.

 

Javier se jubilará proximamente, después de 39 años en Cáritas Madrid, primero como coordinador general y, los cuatro últimos años, como secretario general, un puesto en el que le sucederá Pilar Algarate.

 

Compañeros de Cáritas y de la Iglesia de Madrid y amigos y familiares han estado presentes en una emotiva misa, presidida por el Obispo Auxiliar de Madrid, José Cobo. Tras la celebración se han dedicado unas palabras de agradecimiento expreso a Javier, por haber “sembrado paz, fidelidad, fe y caridad”.

 

También Javier Hernando ha querido dar gracias a través del siguiente mensaje:

 

A ti, oh, Dios, te alabamos,

a ti, Señor Jesús, te reconocemos,

a ti, Espíritu Santo, te seguimos como guía,

a ti, María, Madre de todos, te damos la mano para que nos cuides con cariño.

 

 

Recordamos de manera especial a las personas que hoy no han podido venir y a los que participan ya en lugar preferente desde la Casa del Buen Dios...

 

Una persona me ha dicho por WhatsApp: “Es celebración de acción de gracias, no es despedida, quiero seguir caminando contigo...”

 

Parece claro... te damos Gracias Señor, porque has hecho posible estos 39 años de servicio a la Iglesia a través de Cáritas en nuestra Diócesis de Madrid. Me siento privilegiado por este tiempo de gracia. Apasionante camino con sus luces y sombras, alegrías y tristezas. Con frecuencia me habéis oído decir: “El trabajo en Cáritas es muy difícil, pero, si quieres, puedes hacer que sea apasionante”.

 

En mis dificultades y debilidades he encontrado tu fuerza Señor, expresada día a día en el apoyo y ánimo de Ana, de Pablo, de mi familia, de mi comunidad de la HOAC, de amigos, de las personas comprometidas en las diversas realidades eclesiales de la Diócesis y de todas las personas de nuestra gran familia de Cáritas.

 

En los mensajes compartidos estos días agradecían mi testimonio de fe, sensibilidad y opción por los pobres, compromiso, mediación, signo de comunión... Pero el agradecimiento es para ti Señor, eres tú el que haces maravillas en nosotros. Como gran alfarero eres capaz de dar forma y vida a lo pequeño que encuentras entre tus manos.


 

Gracias a todas las personas de la familia de Cáritas:

 

A las personas que se acercan a nuestras acogidas y con las que trabajamos en nuestros proyectos, obras y servicios..., personas que acompañamos en ese duro aprendizaje de levantar vuelo. Una de ellas nos decía hace poco: “Por favor, mirar a la persona como persona”. Tú nos enseñas que amar es revelar al otro sus posibilidades, sus dones, sus valores, su capacidad de crecer y darle confianza.

 

A las personas voluntarias, contratadas, religiosas, religiosos, diáconos, sacerdotes, obispos... Gracias por vuestra generosidad, implicación, responsabilidad, acompañamiento y corrección fraterna. Muchas de estas personas ya no se encuentran con nosotros, pero siempre llevaré en mi corazón. Gracias por todo lo aprendido, por el ánimo y cariño de las personas que nos pones Señor en el camino.

 

Aunque lo hice en silencio en el acto penitencial, os pido perdón por mis equivocaciones y errores, por todo aquello que tuve que hacer y quedó pendiente.

 

Cáritas es la Iglesia en el ejercicio de su amor y servicio a los pobres. No perdamos de vista lo fundamental para nosotros: que nuestros ojos estén en el Señor. Y, como nos recuerda el Papa Francisco: “El amor de Dios a los hombres es el anuncio más hermoso que hemos recibido para ofrecer a los demás”.

 

Pilar, gracias por tu respuesta generosa, os tendré muy presentes cuando cada día le diga al Señor Jesús: “Concédenos pensar como Tú, trabajar contigo y vivir en ti. Danos la gracia de amarte con todo nuestro corazón y de servirte con todas nuestras fuerzas”.

 

Me vais a permitir dos perlas como recuerdo:

Una recomendación de San Hilario en agradecimiento a esta comunidad que nos ha acogido:

“El principal servicio que te debo, oh Dios, es que todo pensamiento y cada palabra mía hablen de ti” (San Hilario de Poitiers).

 

Y la antífona del salmo 115:

“¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?”

 

 

Seguimos haciendo camino juntos como Iglesia que peregrina en Madrid. Muchas gracias.

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