Escuchar, si sirve de mucho

Cáritas Madrid 2 de Enero de 2019

Testimonio de Carmen, voluntaria del Servicio de Escucha de Cáritas Vicaría IV

Testimonio de Carmen, voluntaria del Servicio de Escucha de Cáritas Vicaría IV.


Cáritas Madrid. 2 de enero de 2019.- Entrevistamos a Carmen, voluntaria de la Vicaría IV que ha trabajado como psicóloga clínica durante 25 años en el Centro de Salud Mental de Puente de Vallecas en la calle Peña Gorbea.


Cuando se jubiló, se acercó a la Vicaría IV y empezó a colaborar con el “Servicio de apoyo emocional”. La Vicaría IV la propuso lanzar el servicio de “Escucha individual” y desde el primer momento aceptó el reto con el que sigue trabajando muy motivada y llena de ilusión.


Así, desde hace un año y medio Carmen atiende en la Vicaría IV de Cáritas Madrid los jueves por la mañana de 10 a 14 horas a las personas que acuden en busca de ayuda psicológica o que se encuentran en una situación de sufrimiento emocional en sus vidas.


En la Vicaría se realiza un trabajo previo de detección de personas que necesitan ayuda psicológica y que quieren ser ayudadas, personas con un nivel alto de sufrimiento emocional y en su caso trastornos depresivos, trastornos adaptativos, crisis de ansiedad, etc. A estas personas es a las que se atiende principalmente en el servicio de escucha.


Las sesiones individuales de escucha son de 45 minutos y se repiten cada quince días mientras son necesarias.


Carmen intenta ayudar a las personas que acuden al servicio de escucha a salir de su situación, a que comprendan qué les está pasando, a conocer sus capacidades y limitaciones, sus propios recursos y necesidades para afrontar mejor su vida diaria.


El objetivo final es que puedan seguir adelante a pesar de todo. A todas las personas que han acudido a este servicio les ha servido en mayor o menor medida y normalmente salen de las consultas contentas y agradecidas.


Carmen anima a la gente a hacer voluntariado porque uno ayuda y se ayuda, recibe mucha satisfacción. Para ella esta colaboración es como un trabajo que la obliga a mantenerse activa, a estudiar, a estar al día. Ahora trabaja de forma distinta a cuando estaba en activo, centrándose más en el aquí y ahora y en el lado humano de su labor.


Damos las gracias a Carmen porque cada día llega a nuestra oficina con una sonrisa, transmitiendo esa calma que la acompaña. Gracias por ser tan generosa y entregarnos parte de su tiempo siendo voluntaria de un proyecto tan necesario y útil para las personas.

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