Escúchale descubre que "está cerca el Reino"
Cáritas Madrid 25 de Febrero de 2018Lecturas del Segundo domingo de Cuaresma: Gn 22, 1-2.9a.15-18; Sal 115; Rom 8, 31b-34; Mc 9, 2-10
Lecturas del Segundo domingo de Cuaresma: Gn 22, 1-2.9a.15-18; Sal 115; Rom 8, 31b-34; Mc 9, 2-10.
Cáritas Madrid. 25 de febrero de 2018.- La liturgia de hoy gira en torno a expermientar la vivencia cercana de Dios. Es una experiencia de vida, tanto en nuestras vidas propias como en la contemplación de los testigos de la fe (Abraham, por ejemplo). Experimentar nos interroga y nos hace decantarnos por ser discípulos de Jesús. El testimonio de fe de Abraham nos habla de su pasado y de su futuro. Todo está basado en la obediencia y en la confianza en Dios. La interiorización de la fe nos mostrará el amor que Dios nos tiene y la fuerza que eso supone para nuestras vidas personales y comunitarias.
Los discípulos de Jesús (Pedro, Santiago, Juan y quienes no subieron ese día a la montaña) tuvieron dificultades para aceptar el camino de la pasión. No es fácil. Es un proceso. No es fácil reconocer que Jesús es más que la Ley y los Profetas. El camino es largo. Ellos se quedaron quietos. Bajaron, siguieron caminando y oyeron una invitación desde la nube: ¡escuchadlo!
La experiencia de fe de aquellos discípulos es testimonio para nosotros. El camino cuaresmal nos insiste en escuchar la voz de Jesús. No nos podemos quedar quietos. Tenemos que salir a los espacios físicos y simbólicos donde hay gritos de dolor, de soledad...
Estamos viviendo tiempos sombríos, sociales y eclesiales. Parece que los caminos se cierran, que el horizonte se oscurece. El Señor quiere que no nos desmoralicemos, que no decaiga la moral de la búsqueda, que no hagamos rebajas en las exigencias de una vida social y de una vida eclesial.
Nos invitará a escuchar como el Hijo y al Hijo. Nos invitará a recordar la experiencia del pueblo judío, concentrada en Abraham: cuando uno es fiel al Señor los caminos se abren.
Estamos en tiempo de acción de gracias pues somos seres afortunados: Dios no nos deja solos, no nos abandona.