'Entre-tejidos'

María Ángeles Altozano 5 de Octubre de 2023

Hablamos con Simone, encargado de una de las tiendas Moda re-: entre el verde de la calma y el rojo de la pasión por volver a ponerse de nuevo en pie.

Hablamos habitualmente en el ámbito social de tejer redes, de tejer lazos, del tejido social…, términos que aluden a establecer vínculos entre personas, formando un todo, una sola pieza hecha de retazos de vidas, con diferentes tonos y texturas que aportan color y generan  nuevas formas.

Como los tejidos de las tiendas de inserción laboral Moda re-, que Cáritas Madrid impulsa desde el Servicio Diocesano de Empleo. Ahí las prendas de segunda mano que se venden adquieren una segunda vida y cobran nuevos sentidos; lo mismo les ocurre a las personas que comienzan a trabajar en ellas, que dan un nuevo rumbo a sus vidas porque tienen la oportunidad de aprender a trabajar trabajando.

Y eso es lo que le ha ocurrido a Simone Aresu, cuya vivencia ha adquirido nuevos matices tras pasar en dos años del proceso de inserción a ser  encargado de tienda. Ahora en su vida hay dos colores que le gustan, nos dice, que son el verde de la calma que ahora tiene, y el rojo de la pasión que le hace sentirse «estimulado por seguir adelante y crear cosas bonitas».

Pero no siempre ha estado —como su tejido favorito— entre algodones. Atraído desde que vivía en Italia, su país natal, por el mundo de la moda,
el vestuario y las artes escénicas, no le ha sido fácil encontrar estabilidad laboral. Se quedó sin empleo tras la pandemia y acudió a Cáritas Madrid
para poder encontrar un lugar donde vivir y un trabajo. A partir de ahí comenzó a hilvanar un destino diferente. A pequeñas puntadas, primero con una vivienda, luego con formación y finalmente con un contrato laboral. «Me han permitido ponerme de pie otra vez —nos dice agradecido—. Estoy muy contento con este trabajo que me permite seguir creciendo e infundir en las nuevas trabajadoras que se incorporan la capacidad de reinventarse, de aprovechar las oportunidades que se dan».

Como encargado, es él ahora quien acoge y acompaña a otras compañeras. Simone siente que «devuelvo un poco de la ayuda que Cáritas me ha dado a mí, y además me resulta muy gratificante ver a las personas nuevas que llegan evolucionar y transmitirles mi pasión por esta profesión». Ellas le recuerdan, nos cuenta, al Simone de hace años, «porque ante las dificultades, todos somos vulnerables, aunque vengamos de situaciones diferentes, pero coincidimos en las ganas de recuperarnos, aprender y crecer».

De su incorporación a Moda re- asegura que lo más difícil ha sido «tener que volver a empezar, aunque siempre he tenido mucho apoyo, pero ese ponerse de pie tras un momento difícil es lo más duro; una vez que luego te das cuenta de que puedes y eres autónomo, ahí empiezas a coger seguridad y fuerza». Y lo más fácil del proceso, para una persona como él, dispuesto a seguir aprendiendo es «dejarse ayudar, escuchar a los profesionales y estar abierto a recoger sus consejos».

En Moda re- la parte social y sostenible van de la mano. Además de empresa de inserción, vende prendas que provienen de donaciones de ropa. Para Simone «moda y cuidado del planeta son compatibles, porque la moda – como su futuro- puede redefinirse yendo de la mano del reciclaje y la reutilización, y hacer que la industria textil más contaminante cuide la producción; hay mucho que cortar por ahí», matiza.

De aquí a dos años se ve «estable en lo profesional y personal, y también me gustaría comprar mi propia casa y seguir, claramente, trabajando y aprendiendo». Entre tejidos —en el sentido literal de la palabra—, Simone hila su futuro 

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