El voluntariado expresa lo bueno, bello y justo de la caridad

Cáritas Madrid 16 de Julio de 2018

El equipo de responsables de voluntariado en Cáritas Vicaría II hace balance de lo trabajado este curso

El equipo de responsables de voluntariado en Cáritas Vicaría II hace balance de lo trabajado este curso.


Cáritas Madrid. 16 de julio de 2018.-Voluntarios que acompañan a otros voluntarios, esa es la labor y el servicio que realiza este equipo de responsables territoriales de voluntariado en nuestra Cáritas Vicaría II.


Cáritas lleva a cabo su tarea de hacer posible esos espacios de cambio y de humanidad en las personas que se comprometen de forma consistente, constante e ininterrumpida y discreta durante el año. Voluntarios que muchas veces desde su fragilidad, son pobreza fecunda para otras personas que viven magulladas, humilladas y perdedoras por un contexto injusto, inhumano e indigno para la vida. Pero estos voluntarios necesitan ser acompañados desde el cuidado y su crecimiento personal y comunitario en su compromiso social. Así, el equipo de responsables de cuidar a otros voluntarios, se ha reunido para hacer balance de lo realizado. Una revisión con sus soles, sus nubarrones y sus claroscuros:


-Sus soles: conocer personas que se comprometen, escuchar lo que se recibe siendo voluntario, visitar centros de Cáritas para enviar voluntarios, etc.

-Sus nubarrones: la volatilidad de algunos compromisos, que al poco tiempo, abandonan este camino de gratuidad; coordinación deficiente; cuesta motivar para la formación.

-Sus claroscuros: desánimos y cansancios; burocracia necesaria pero agobiante; conflictos que surgen y hay que mediar.


El voluntariado expresa lo bueno, bello y justo del proyecto de Jesús abriendo caminos de compasión, justicia social, paz interior, autonomía personal.. Nuestro reto no es solo vivir estos valores entre los voluntarios, sino también contextualizarlos y encarnarlos en las estructuras humanas, sociales, eclesiales y políticas de nuestra sociedad. Volver en definitiva, a la persona a su estado original existencial, tal y como Dios la creó, para descubrir su potencial humano y creador, liberada de los grilletes de la pobreza.


Compartimos existencias habitadas y desoladas, y ahora toca recomponer fuerzas este verano, descansar y volver de nuevo a construir historia y a ser conscientes de las categorías (que no jerarquías) de Dios: los primeros serán últimos y los últimos, primeros.

 
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