El valor de lo gratuito en la Comunidad
Cáritas Madrid 9 de Marzo de 2018Clausura de la Escuela de Vida en los arciprestazgos de Espíritu Santo y Santísima Trinidad de Cáritas Vicaría II
Clausura de la Escuela de Vida en los arciprestazgos de Espíritu Santo y Santísima Trinidad de Cáritas Vicaría II.
Cáritas Madrid. 9 de marzo de 2018.- ¿Se puede compartir con generosidad un compromiso social, sin una convicción profunda de gratitud por el don recibido de la vida creando justicia social con la persona desfavorecida? La vida cristiana es agradecimiento celebrativo y reconocimiento por la persona de Jesús como referente de solidaridad y sobre todo de fraternidad y sanación humana.
El ser humano en sí mismo, por el hecho de ser, ya es configurado por una dignidad dada gratuitamente. Se puede perder la dignidad moral, pero no la dignidad que nos constituye como humanos, por muy oculta que pueda estar ante los demás.., oculta por la exclusión, el deterioro, etc.
Pero en ese descarte, en ese desecho, siempre hay una persona por rescatar, porque se recupera lo divino regalado que nos da identidad de hijos y hermanos. Por tanto, incluso un criminal confeso y convicto tiene sus Derechos Humanos aunque se los arrebatara y no respetara a otra persona. Nuestra sociedad al creer que por aumentar el deseo de consumo, el tener, da la felicidad, ¿eso realmente nos da identidad y dignidad, pues se generan relaciones de rivalidad y competitividad produciendo clasismo y exclusión social? Nos falta tiempo para el silencio y la reflexión, para el encuentro y la comunión. Para la escucha silente de Dios que se manifiesta en tantas formas de vida.. Nos falta saber dialogar mejor entre la necesidad de la eficacia y el don de la gratuidad. ¿Cómo vivir la lógica de la gratuidad para una convivencia basada en la justicia? Juan XXIII propuso en su momento para alcanzar la paz y la convivencia en todo el planeta, una Autoridad Mundial mediante el acuerdo de todas las naciones. Y afirmó que si esto no era posible, al menos hacer un pacto mundial para asegurar y garantizar la ley y los derechos humanos.
¿Crees que basta la acción socio caritativa que practicamos en nuestras parroquias para ser fieles al Evangelio? ¿Tendrían nuestras comunidades parroquiales que implicarse más intentando vivir un amor que abrace al “enemigo”? Benedicto XVI habló de la “gratuidad inteligente” al afirmar que solo con la justicia no bastaba para la solidaridad y la subsidiariedad a escala planetaria.
Podemos decir que el fruto de la gratitud es la empatía proactiva por lo humano. Sin esto es complicado ser recíprocos unos con otros. Estamos inmersos en una sociedad que cada día es más cercana y en la cual se hacen cada día más cosas sin tener claridad en el fin y sentido personal y existencial. Estamos con nuevas generaciones que aspiran y reclaman una mayor justicia social y que necesita la conciencia y el trabajo de ser cada día más fraternales, y con el desafío constante de crecer con mayor calidad democrática…
Así nos compartió Felipe estas pinceladas fundantes para plantear nuestro compromiso en clave de gratuidad. Ese es el eje articulador del voluntariado. Gratuidad como expresión agradecida, gratuidad para cimentar la Comunidad. ¿Nuestro compromiso aporta Comunidad o se queda en nuestra realidad personal y grupal?