El trabajo aporta muchas más cosas que dinero: La historia de Alonso

Después de años de trabajo, esfuerzo y esperanza, por fin, llegó su oportunidad: Alonso pasó por varios recursos de Cáritas Madrid y recibió la formación adecuada. Hoy es un trabajador pleno y lleno de ilusión.  

Cáritas Madrid. 29 enero 2021.- “Cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad", indica el papa Francisco. “Trabajo, esa T, que junto con las otras dos T (Techo y Tierra), está en el entramado básico de los Derechos Humanos”.

El trabajo tiene un impacto fundamental en la vida de las personas, por ello Cáritas Madrid planifica actuaciones encaminadas a la mejora de la búsqueda, la inserción y el mantenimiento mismo. Hoy os contamos una historia de superación, de sonrisa y de ilusión al conocer que Alonso, una persona atendida por nuestro Servicio Diocesano de Empleo, ha conseguido un nuevo trabajo.

Nuevo correo, nueva sonrisa

Lunes. Bandeja de entrada del correo electrónico de un orientador laboral del Servicio Diocesano de Empleo (SDE). Hay un email de una persona que, hasta hace unas semanas, no sabía manejar el correo electrónico. Gracias a la labor paciente de Daniel, un voluntario del SDE, Alonso (nombre supuesto) aprendió a manejar el correo y a enviar su cv a empresas por esta vía.

“Feliz año. Me llamaron ayer para trabajar. A las 12 voy a firmar el contrato. Muchas gracias. Un abrazo”. Así, en una sola línea, Alonso informa que comienza a trabajar.

Con la que está cayendo, el correo de Alonso no puede sino arrancar una sonrisa al orientador laboral. Alonso es una persona con una larguísima trayectoria en exclusión social, que arrancó en su adolescencia: consumo de drogas y alcohol, graves problemas familiares, rupturas sentimentales, problemas legales, pérdida de empleo… Ha sido acompañado y apoyado en CEDIA, en la Casa de Acogida, en el CTA, en los servicios diocesanos de Empleo y Vivienda… El camino ha sido largo, lento, a veces doloroso. Pero comenzamos a ver que ha merecido la pena. Cuántas veces nos ha venido a la cabeza la parábola de la oveja perdida (Lc 15, 3-7) pensando en Alonso.

Martes. Nuevo correo de Alonso. Nueva sonrisa: “Estoy contento”. Alonso cuenta el reparto de tarea que ha hecho su encargada. Su satisfacción viene, además de por estar trabajando, por el hecho de que la encargada le ha dado las llaves del centro de trabajo. Un gesto de confianza que Alonso agradece.  “Que tengas buen día. Un abrazo”.

El trabajo aporta mucha más cosas que dinero. El trabajo estructura el tiempo: hay que cumplir un horario, permite diferenciar el tiempo de trabajo del tiempo de descanso y ocio; el trabajo nos permite relacionarnos con compañeros y responsables; nos permite desarrollarnos humanamente, aprender, desarrollar potenciales que llevamos dentro; mejora nuestra autoestima...

Miércoles. Sonrisa diaria, nuevo correo: “Se me está dando bien. Es una empresa seria. Que tengas buena noche cualquier cosa aquí estoy”. 

Jueves. No hay correo de Alonso. Lógico, la vida fluye. Pero la sonrisa aparece de nuevo en la cara del orientador al pensar en Alonso. Una oveja perdida entre cien, el pastor, la alegría al recuperarla...