El Papa Francisco en la Epifanía: Dios vino para todos y nos llamó a ser luz de esperanza
Pilar Algarate 7 de Enero de 2025La mañana del 6 de enero, el Papa Francisco presidió la misa de la Solemnidad de la Epifanía del Señor en la Basílica de San Pedro, ante 5.000 fieles y 268 concelebrantes. En su homilía, el Pontífice subrayó que Dios vino al mundo para encontrarse con hombres y mujeres de todas las etnias y lenguas, invitando a los fieles a superar cualquier forma de exclusión, marginación o rechazo. “Dios no se reveló a círculos exclusivos ni a unos pocos privilegiados,” afirmó. “Vino para todos.”
Un mensaje de fraternidad universal
El Papa destacó que los tres Reyes Magos, representados en el pesebre con rasgos de diversas edades, razas y culturas, simbolizaron la universalidad del amor de Dios. “Los Magos nos recordaron que Dios busca a todos, siempre. Este es un mensaje urgente en un mundo donde, a pesar de los avances en comunicación, las personas parecen menos dispuestas a comprenderse y encontrarse en su diversidad,” reflexionó.
Francisco insistió en la necesidad de construir una cultura de acogida que sustituyera el miedo y el rechazo por espacios de encuentro, integración y compartir. “Dios nos confió la misión de abrirnos a los demás sin miedo, promoviendo una fuerte cultura de acogida donde todos puedan encontrar calor y refugio,” afirmó.
La luz del amor como guía
Inspirado en la estrella que guió a los Magos, el Papa explicó que esta luz, “brillante, visible para todos e indicadora de un camino,” simbolizó el amor de Dios que ilumina y calienta. Instó a los fieles a preguntarse: ”¿Fuimos luminosos en la esperanza? ¿Fuimos capaces de dar esperanza a los demás con la luz de nuestra fe?”
El Papa señaló que, al igual que los Magos, los cristianos están llamados a ser luces para los demás, llevando a Jesús a quienes encuentran. “No necesitamos medios extraordinarios,” aclaró, “sino corazones brillantes en la fe, miradas generosas en la acogida y gestos fraternos llenos de humanidad.”
El sueño de Dios: una sola familia humana
Francisco destacó que el sueño de Dios es que toda la humanidad, en su riqueza y diversidad, sea una sola familia en paz y prosperidad. “Dios es un Padre cuya mayor alegría es ver a sus hijos regresar a casa, construir puentes y buscar a los que están perdidos,” expresó.
Una invitación al camino interior
El Pontífice concluyó su homilía invitando a liberar el corazón de todo lo que no fuera caridad y a emprender el camino hacia Cristo. “Que Dios nos haga luces que señalen a Él, generosos en la entrega, abiertos en la acogida y humildes en caminar juntos, para que podamos llevar al mundo la luz de su amor,” exhortó.
Durante la celebración, se anunciaron las fechas de la Pascua, el 20 de abril, y de otras solemnidades del año litúrgico, recordando que el camino de la fe es continuo, como el viaje de los Magos, que sigue guiando a la humanidad hacia el encuentro con el Salvador.