El invisible, y a veces inevitable, problema del alcohol
28 de Junio de 2024Desde el Centro de Tratamiento de Adiciones (CTA) de Cáritas Madrid reflexionan con nosotros acerca del consumo del alcohol, una droga socialmente aceptada, la principal adicción con la que llegan las personas al centro. Lo hacen coincidiendo esta semana con la celebración del Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas (26 de junio).
Según la organización mundial de la salud (OMS) el consumo de alcohol causa 3 millones de muertes al año.
Europa bebe de media un 50 % más que el resto del mundo, el consumo nocivo tiene un impacto en más de 200 enfermedades y tipos de lesiones y es el responsable de 155 billones de euros en costes sociales y de salud. España tiene un consumo de alcohol per cápita mayor que el de la media europea, según la OMS.
"En nuestro país se producen al año unas 20 000 muertes relacionadas con el consumo excesivo de alcohol. Y aproximadamente el 15 % de las personas que acuden a una consulta en atención primaria presentan un consumo de alcohol considerado de riesgo”, asegura Francisco Pascual, presidente de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre alcohol, el alcoholismo y otras toxicomanías.
El informe anual de Alcohol y Drogas, que se incluye en el Plan Nacional sobre Drogas, concluye que "el consumo de bebidas alcohólicas está muy normalizado " y reconoce "el arraigo social que tiene en nuestra cultura". En este sentido, la última encuesta publicada determina que el 9 % de la población española lo toma a diario. Además, la edad media de la primera toma de contacto con esta droga sigue bajando y se sitúa en los 16,5 años.
La mayor demanda de tratamiento recibida en 2023 en el Centro de Tratamiento de Adicciones de Cáritas Madrid (CTA) fueron personas consumidoras de alcohol.
Cuando hablamos de alcohol, pocas veces en nuestra cultura nos referimos a droga, ya que hablamos sobre una sustancia institucionalizada, es decir, aquella que presenta una tradición histórica-cultural y cuya venta no está penalizada. El consumo de alcohol es considerado una práctica socialmente aceptada; es más, habitualmente es sinónimo de celebración, encuentro, diversión y relación. Tradicionalmente ha sido también relacionado con aspectos saludables de nuestra dieta (el famoso vasito de vino con las comidas).
El plan nacional sobre drogas define esta sustancia como: “droga depresora del sistema nervioso central que inhibe progresivamente las funciones cerebrales”.
Provoca a largo plazo enfermedades como hipertensión arterial, enfermedades hepáticas y trastornos psiquiátricos (depresión, ansiedad, demencias), entre otros.
Además, cabe destacar, que el alcohol es una de las sustancias potencialmente más adictivas considerándola las de mayor riesgo debido a su visión socialmente aceptada.
En relación a la desintoxicación y deshabituación de esta sustancias estamos hablando de las más complicadas ya que su síndrome de abstinencia puede llevar a problemas graves de salud, desde temblores, sudoración a delirios, convulsión, e incluso, la muerte.
Una persona que ha pasado por el difícil proceso de desintoxicación y deshabituación del alcohol no lo tiene nada fácil. Es imposible vivir alejado del alcohol en esta sociedad. Cómo retomar una vida sin encontrarse con la tentación del consumo, cualquier medio en que se mueva la persona se va a exponer a situaciones de consumo: en el trabajo, en sus relaciones familiares y de amistad, incluso dar un paseo por Madrid es difícil sin encontrarse numerosos bares y gente consumiendo.