El inicio de una promesa, la sabiduría de un compromiso
Cáritas Madrid 24 de Octubre de 2017Acogida a nuevos voluntarios en Cáritas Vicaría II
Acogida a nuevos voluntarios en Cáritas Vicaría II.
Cáritas Madrid. 25 de octubre de 2017.- Una de las funciones de las personas voluntarias que cuidan a otros voluntarios, es acoger su entrada en el comienzo del compromiso. Es una tarea y una actitud que cada vez se realizan con más delicadeza, pues en cualquier ámbito de la vida ser acogido con cercanía y amabilidad genera buena sintonía y facilita dar lo mejor de sí.
El paso a ser voluntario conlleva tres referencias en la persona que lo realiza: su libre autonomía personal, la transformación de la sociedad y la solidaridad con los últimos. No olvidemos que ser voluntario es profundizar en el ser ciudadano. Una no suple a la otra, se retroalimentan. Y no solo se acoge a nuevos voluntarios que desempeñen tareas, sino a voluntarios ante todo que tengan un sentido de pertenencia a una Organización inserta en un tejido comunitario, ya sea eclesial ya sea geográfico. Nuevos voluntarios a los que se les invita a ir contrastando su proyecto de vida personal y familiar, con la misión y valores que fundamentan la intervención social de Cáritas. Y el reto apasionante de ese continuo contraste, es que las motivaciones iniciales que uno trae cuando es acogido en el voluntariado, van haciendo crecer y madurar a la persona voluntaria al interaccionar con la esperanza y el sufrimiento humano, al ser Cáritas auténtica escuela de vida, pues no hay mayores maestros que el sentido esperanzado dado al sufrimiento y la liberación sanadora que supone compartirlo con otros y eso nos trasciende y nos sitúa en una experiencia de Dios a la que estamos llamados y acogidos.
La tarea voluntaria tiene unos tiempos acotados según disponibilidades y compromisos adquiridos, pero conlleva un estilo de vida que no conoce tiempos porque nos confluye y nos constituye. Nos confluye en unificar nuestra realidad personal con todo lo humano y nos constituye porque ser voluntario de cambio social nos humaniza y limpia de banalidades y frivolidades adquiridas en nuestro día a día.
Y en los tiempos que corren, con agresividades de todo tipo, la huella que deja el compromiso del voluntario es una huella de diálogo basado en el reconocimiento a la verdad del otro, a descubrir mi propia falsedad y desde ambas a apostar y confiar en el ser humano como camino de fraternidad y apoyo mutuo.
Voluntariado como inicio de una promesa de ayudar y curar heridas y a su vez ser enriquecido como persona. El disfrute de un itinerario que nos abre horizontes ilimitados porque ilimitada es la persona en su plenitud humana. Y todo ello, si no perdemos nunca, nuestra capacidad de dejarnos sorprender. Acoger voluntarios es acoger semillas que siendo acompañadas con el agua fecunda de compartir acciones o del valor nutricional del abono de la formación, darán frutos de bondad y sabiduría. Así quiere vivirlo el equipo de responsables de voluntariado de Cáritas Vicaría II.