El gesto de la segunda oportunidad
Maria Angeles Altozano 16 de Junio de 2025Perdonar es ir más allá de las palabras. Es tener un gesto amable y afectuoso que ofrecer a quien pide disculpas o clama una segunda oportunidad. Perdonar es sanar de rencor, un acto de amor hacia la otra persona y también hacia uno mismo. Perdonar con hechos es siempre difícil, pero a veces ocurre el milagro.
Armando ha encontrado en el perdón una segunda oportunidad. Nos decía hace meses, cuando lo visitamos en el Hogar Isaías —una residencia para personas sin hogar mayores de 55 años— que ahora estaba bien: «En la casa me siento contento y acompañado, pero mi único deseo es volver a reconquistar a mi esposa, que vive en Colombia».
Armando, con una exitosa carrera profesional, se dejó arrastrar por los excesos de una vida llena de estímulos sensoriales y dejó atrás a su esposa y a sus hijos, ellos en Colombia, él en Madrid. Y se perdió y perdió el camino de vuelta al que era su hogar. Y así pasaron 20 años.
Volver a reencontrarse consigo mismo ha hecho que se volviese a reencontrar con su mujer. Ella está en España y se van a vivir juntos de nuevo.
«He esperado 20 años a que volviera la persona de la que me enamoré, y la he encontrado, ¡cómo no voy a ofrecerle una segunda oportunidad!», dice ella.
Y, como si de un cuento se tratara, en el Hogar nos vamos de boda a compartir la ilusión de que los novios sean felices y coman perdices para siempre, porque ella lo ha perdonado en un gesto de amor inmenso hacia ambos.