El gesto de devolver la llamada

Maria Angeles Altozano 16 de Junio de 2025

El gesto de levantar el teléfono y esperar la respuesta, de oír en la tarde en calma la llamada. En esta ocasión, no es de una voluntaria preguntando a Mercedes cómo está para hacer más livianas sus largas tardes de soledad.

Hoy la llamada es a la inversa. Es la de Mercedes a la voluntaria. «Ya sé que me llamas cuando puedes, pero es que hace días que no sé de ti, y me ha extrañado».

La voz convaleciente de María, voluntaria del programa del Teléfono de Escucha de atención al mayor, confirma que, efectivamente, ha estado unos días indispuesta. Su voz también se entrecorta por la sorpresa de ser ella, en esta ocasión, a quien llaman para saber cómo está.

Ella suele telefonear a Mercedes, que desde hace años vive sola y a quien sus cansadas piernas no le permiten salir mucho de casa. Unas palabras al otro lado del teléfono no alivian la pesadez de las piernas, pero sí el peso de las ausencias.

Y ahora es María, que no se considera ni sola ni tan mayor, ni ha vivido lo que es la soledad no deseada, quien recibe este gesto cariñoso de atención.

«La labor de voluntariado —dice María— siempre te sorprende, porque en algún momento te pone del otro lado de la vida, del otro lado del teléfono». Es el gesto del agradecimiento, de saber que quien recibe, tarde o temprano, también da.

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