El compromiso que mece la cuna
Cáritas Madrid 19 de Enero de 2018El equipo de sensibilización de Cáritas Vicaría I visita el Hogar Santa Bárbara
El equipo de sensibilización de Cáritas Vicaría I visita el Hogar Santa Bárbara.
Cáritas Madrid. 19 de enero de 2018.- Martín, Asiel, Joshua y Lucas han nacido en Madrid, en el calor de un hogar donde han recibido los primeros biberones y una vivienda confortable donde pasar sus primeros meses de vida. La primera página de su historia comienza en un entorno lleno de ternura gracias a la dedicación de tres religiosas, personal de Cáritas y varios voluntarios que se desvelan por atender a las mujeres y niños que residen en el Hogar Santa Bárbara.
En el guion inicial, su relato podía haber empezado de una manera muy diferente pero gracias a Dios hoy duermen en sus habitaciones, al calor de la gran familia de Cáritas. Por estas cunas han pasado 16 niños en los últimos doce meses, y pronto arroparán a los de las mujeres del hogar que están a punto de dar a luz.
“Son mujeres valientes, que han pasado por situaciones muy difíciles y llegan al centro para recibir atención durante el embarazo, el parto y los seis primeros meses de vida del bebé”. Nos cuenta Eva, la responsable del proyecto. Algunas llegan después de haber estado en situación de calle, otras en infraviviendas, sin papeles y sin ningún tipo d prestación social. Y todas tienen en común la falta de una red familiar que les apoye en su embarazo.
Todas entran voluntariamente y se comprometen a seguir unas mínimas normas que exige el centro. Se trata de recuperar hábitos de vida en un hogar, respetar a los demás y compartir las tareas de cocina y limpieza entre todas. Además aprenden a cuidar a su bebé y reciben apoyo psicológico especializado.
“Lo que más les cuesta es asumir el momento de la partida” comenta la hermana Felicia. “Tras pasar aquí unos meses les resulta duro tener que marcharse. Aunque de aquí no se van sin una solución que les permita vivir dignamente y atender a su hijo. Algunas se hacen amigas y se van a compartir piso. Entre ellas se ayudan mucho y por aquí siguen viviendo a visitarnos y nos cuentan cómo les van las cosas. Pero el momento de la partida, siempre es difícil”.
Y a nosotros nos pasa lo mismo. Les agradecemos enormemente su acogida y seguiríamos toda la mañana entre pañales y biberones, pero llegan los preparativos de reuniones y comidas, y todos tenemos que reanudar nuestros quehaceres. El equipo de sensibilización ya está programando la próxima visita para ofrecer a los voluntarios la posibilidad de conocer de primera mano los proyectos de Cáritas en Madrid.