El cardenal Osoro en la presentación diocesana del Informe Foessa en Madrid: "Los datos deben conmovernos y transformarnos para hacer realidad el sueño de Dios"

Cáritas Madrid 28 de Noviembre de 2019

Cáritas Diocesana de Madrid presentó ayer en el Seminario Conciliar el VIII Informe Foessa sobre Desarrollo y Exclusión Social en nuestra Comunidad. La presentación fue presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, e intervinieron el sociólogo, Guillermo Fernández Maíllo, y el teólogo y profesor de Economía Internacional de la UCM, Pedro José Gómez, ambos analistas del VIII Informe de la Fundación Foessa.

Cáritas Diocesana de Madrid presentó ayer en el Seminario Conciliar el VIII Informe Foessa sobre Desarrollo y Exclusión Social en nuestra Comunidad. La presentación fue presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, e intervinieron el sociólogo, Guillermo Fernández Maíllo, y el teólogo y profesor de Economía Internacional de la UCM, Pedro José Gómez, ambos analistas del VIII Informe de la Fundación Foessa.


 

 

LA PRESENTACIÓN EN IMÁGENES

(Fotos cedidas por la Vicaría para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación)

 

 

Cáritas Madrid. 28 de noviembre de 2019.- Cáritas Madrid presentó ayer a toda la diócesis el VIII Informe de la Fundación Foessa sobre Desarrollo y Exclusión Social en la Comunidad de

Madrid en un acto que presidió el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.

La presentación de la radiografía social que ofrece el informe corrió a cargo del sociólogo y analista de la Fundación Foessa y de Cáritas Española, Guillermo Fernández Maíllo, quien dio cuenta de los datos que ofrece el estudio elaborado por un equipo de investigación formado por 125 investigadores de 30 universidades y 13 organizaciones de acción e investigación y que da cuenta de las consecuencias de la crisis en la sociedad madrileña ya que analiza el periodo comprendido desde el final de la crisis hasta 2018.

 

Cinco claves para leer el informe
Pedro José Gómez Serrano es profesor de Economía Internacional y Desarrollo en la Universidad Complutense y uno de los analistas del VIII Informe Foessa que también participó ayer en la presentación.

Pedro José reflexionó dio algunas claves sobre cómo nos interpela el informe a los creyentes en una ponencia que resumió en cinco puntos. En primer lugar, señaló que el informe es un acto de servicio de la Iglesia a la sociedad y un testimonio de la sensibilidad de la Iglesia hacia los pobres y la defensa de su causa. 

En segundo lugar, apuntó además que el informe subraya y confirma dos de las denuncias que el papa Francisco ha realizado en el último tiempo. En concreto habló de la "globalización de la indiferencia” (es un problema enorme en los países desarrollados: que los problemas globales se convierten en indisolubles cuando no los miramos, cuando nos desentendemos) y del concepto de la “cultura del descarte" (usamos y tiramos a las personas/ hay personas en nuestra sociedad que están directamente descartadas). ¿Qué mecanismos de defensa existen en nuestro corazón que nos convierten en indiferentes o cómplices de la cultura del descarte? ¿cómo podemos transformar esos mecanismos de defensa en mecanismos de sensibilidad?


Pedro José apuntó entonces que además del conocimiento de los datos que ofrece el Informe Foessa “también hace falta corazón, porque solo nos mueve lo que nos conmueve”. “Este informe debe de hacernos ver si nos conmueve o si estamos en la cultura del descarte”, apuntó.

En tercer lugar citó entonces el punto número 19 de la Encíclica Laudato si’ de Francisco para señalar que el objetivo de la formación cristiana no es recoger información sino tomar dolorosa conciencia y reconocer cual debe ser la contribución de cada uno.No hacemos informes para "elevar el nivel cultural" sino para ayudarnos a convertir en sufrimiento propio lo que le pasa al mundo y así reconocer en qué estamos siendo cómplices de lo que hay y qué está en nuestras manos para solucionarlo.


En cuarto lugar, puso sobre la mesa la lucha de valores que existe actualmente en la sociedad entre los valores que velan sólo el propio interés y los que promueven la solidaridad. En la actualidad hay fuerzas positivas, que suman, y fuerzas disgregadoras, que parecen estar tomando fuerza: los particularismos de caracter defensivo, las fobias a unos y otros, la meritocracia, la competitividad, la persecución de la excelencia para destacar por encima de los demás, el descrédito de las institituciones políticas... son valores que resquebrajan la cohesión de una sociedad sana. Y ambas fuerzas están en pugna.

La función política fundamental de la Iglesia es producir gente que se sume a los primeros valores y luche contra los segundos, gente que anteponga el bien común al particular y gente que se haga aliada de los frágiles, los débiles y los vulnerables.

Y dijo: “En esta lucha de fuerzas contrapuestas el partido todavía no está resuelto. No sabemos quién va a ganar. Dependerá de qué valores cultivemos".


Por último, el profesor llamó la atención sobre la necesidad de “vincularse”, de “hacer redes”. La vida, dijo, es una carrera que puede tomarse como una competición olímpica o como una carrera popular. En la primera, el compañero es un adversario; en la segunda, lo importante no es ganar, es participar y quien corre a tu lado es un compañero en quien te puedes apoyar.


Un informe que nos afecte el corazón
El cardenal Carlos Osoro fue el encargado de cerrar la presentación. En primer lugar quiso señalar el “enorme significado” que el informe tiene para la Iglesia de Madrid a sólo unos días del inicio de Adviento. “En Adviento el Señor nos invita a despertar y a sentir la realidad nuestra de una manera nueva”, afirmó el arzobispo de Madrid.

Osoro llamó a todos a que los datos que se habían dado sobre la sociedad excluida, desafectada, desvinculada y con “fatiga de solidaridad” nos afecten al corazón. Animó a leer el Informe para conocer los datos, pero también para “responsabilizarnos de la suerte de los demás, especialmente de los más desfavorecidos” y buscar las pistas que nos orienten para dar respuesta a la pregunta de la Carta Pastoral que redactó con motivo del inicio del curso fundamentada en la pregunta que Jesús hizo al ciego Bartimeo “¿Qué quieres que haga por ti?”.

Porque, insistió, los datos del Informe Foessa no sólo deben darnos conocimiento, también deben conmovernos y transformarnos “para hacer realidad el sueño de Dios”. Son datos que nos tienen que invitar  a decir “¿qué quieres que haga por ti?”, nos dijo.  El informe ha de ser un elemento transformador y de justicia.

“No debemos convertimos en cómplices de la injusticia”, afirmó Osoro para resaltar también los términos escogidos por el Papa para definir la actitud de buena parte de la sociedad actual: la “globalización de la indiferencia” y la “cultura del descarte” que también refleja el Informe Foessa.

Osoro nos pidió vivir la realidad desde la simpatía y la conmoción. Nos invitó a estar vigilantes a lo que nos rodea y a vivir desde la esperanza. "Que sea la marca que nos defina", afirmó.

 

Por último, el cardenal volvió a recordar el momento en el que estamos (a las puertas del Adviento) y nos llamó a dejarnos invitar entrar en el Misterio de Dios, a dejarnos evangelizar por su cercanía y su amor, como hizo San José, "pero no desde las nubes sino desde los datos que nos ha mostrado Foessa", concluyó.

 

 

 

 

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