EL AMOR ES JUGÁRSELA POR LOS DEMÁS

Cáritas Madrid 20 de Febrero de 2022

“Amar al prójimo”, significa aceptar existencialmente un amor que se entrega y perdona sin llevar cuenta alguna de habe y debe. Para ese amor al prójimo debemos  vivir en la cercanía, en la proximidad del sufrimiento y con los sentidos bien abiertos, para que cuando veamos, escuchemos y olamos entre en nuestro corazón.

Así se recoge en la lectura del evangelio del Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 6, 27-38), en la que Jesús nos invita a ser compasivos, porque no hay mayor verdad y camino de verdad.

 

En Cáritas Diocesana de Madrid seguimos este principio de la Iglesia, porque como comunidad acogemos a quienes llaman a nuestra puerta, desde el amor, sin pedir nada a cambio, con compasión. Como nos dice el papa Francisco esa compasión es poner en juego nuestro corazón por los demás, sin medidas, sin esperar nada a cambio, sin límites, aún cuando puedan criticarnos.

 

Esta entrega de amor nos puede desestabilizar, ya que no se trata de equidad, y esto provoca inseguridad. ¿Cómo amar al que me ofende? Se trata de un amor no equitativo sino progresivo, donde ir sumando personas a cada paso de nuestro camino, perdonando gratuitamente y haciendo el bien.

 

De este modo, además de contribuir a hacer mejor la vida de las personas que nos rodean, es una manera de evangelizar con nuestros gestos solidarios y fraternos, porque nos hacemos altavoces y testimonio de Jesús de Nazaret. Él nos dice, que Dios nos quiere gratuitamente si queremos gratuitamente, que es compasivo si lo somos también nosotros. Este es el ejemplo a seguir y a sembrar.

 

Amor y compasión

En relación al amor, el papa Francisco nos habla en Fratelli Tutti de un “amor social”. Este es un amor que hace referencia a lo que va más allá de lo sentimental, que abarca la caridad como forma de querer al prójimo, de abrir nuevas vías para el desarrollo de todos.

 

Por otro lado, además del amor y la caridad, para construir una sociedad más justa e igualitaria necesitamos de la compasión, una compasión que tenga en cuenta al otro, que no se base en el paternalismo ni asistencialismo. Cierto que vivimos en una sociedad de prisas, donde a veces pasamos de largo de todo y de todos. Pero esto no es una excusa, no nos dejemos derrotar por el dolor. Parémonos para avanzar juntos, juguémonosla por el otro. 

 

Eso es compasión. Vivir en la cercanía, en la proximidad del sufrimiento y con los sentidos bien abiertos, para que cuando veamos, escuchemos y olamos entre en nuestro corazón y en nuestra mente y se vaya transformando nuestro interior para que podamos, luego, transformar la sociedad.

 

Reflexionemos

¿Por qué razones se instala en nuestra sociedad la indiferencia ante el sufrimiento de los demás?

¿Cómo ser compasivos, sin ser paternalistas ni asistencialistas?

¿Cómo educar en al compasión en nuestras comunidades?

 

Oración

 Concédeme Señor,

que en todos los momentos del día,

al tratar con mi prójimo recuerde tus palabras;

"Lo que hicisteis con uno de ellos,

Conmigo lo hicisteis".

Concédeme,

que mis relaciones con los demás

estén de acuerdo a tus mandamientos;

"Amaos unos a otros como yo os he amado".

Concédeme,

que piense en ellos como Tú piensas en mí.

Concédeme,

que sienta por ellos lo que Tú sientes por mí.

Concédeme, que yo los trate y hable de ellos

como Tú lo harías si estuvieras en mi lugar.

Concédeme, que considere un privilegio

no ser servido, sino servir.

Concédeme, que busque oportunidades

para hacer el bien a los demás,

amable y humildemente,

viéndote y sirviéndote en ellos.

Haz que sienta tus pensamientos en mi mente,

tu amor en mi corazón y tus palabras en mis labios.

Que me hagan amar a todos los hombres

como Tú me amas a mí.

Amén.

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