El ‘amor activo’ que predicaba San Cayetano, es el amor de nuestro voluntariado
Cáritas Madrid 9 de Agosto de 2021Las personas voluntarias son aquellas que deciden dar un paso más en su compromiso y responsabilidad con la mejora social y actúan. Lo hacen movido por un sentimiento de solidaridad, de generosidad y sobre todo de amor al otro. Un amor que va más allá de la expresión de emociones, es un amor que actúa.
Las personas voluntarias son aquellas que deciden dar un paso más en su compromiso y responsabilidad con la mejora social y actúan. Lo hacen movido por un sentimiento de solidaridad, de generosidad y sobre todo de amor al otro. Un amor que va más allá de la expresión de emociones, es un amor que actúa.
Cáritas Madrid. 6 de agosto de 2021.
Así lo vemos día a día en los proyectos sociales de Cáritas Diocesana de Madrid. Donde voluntarias y voluntarios – parte esencial de nuestra obra social – representan una de las partes más importantes de todo el equipo de profesionales de Cáritas Madrid.
Contamos hoy por hoy con 9.635 personas voluntarias, reflejo del compromiso de la ciudadanía madrileña por ser parte activa del camino hacia la justicia social, más allá de la queja o el conformismo. Participan en diferentes proyectos donde aportan conocimientos, experiencias y apoyo emocional a las personas más vulnerables.
Y lo hacen acompañando a diferentes colectivos con diferentes realidades sociales, como son las mujeres, muchas de ellas a solas a cargo de sus hijos; las familias que se viven en los residenciales de Cáritas mientras buscan empleo o vivienda; los mayores, afectados por la soledad; niños y niñas que no tienen las mismas oportunidades que otros menores de su edad; o colectivos en situación de exclusión social, como las personas sin hogar o problemas de salud mental que quedan a veces al margen de la sociedad.
Destacamos esta semana, coincidiendo con la festividad de San Cayetano – muy celebrada en Madrid-, el “amor activo” de este voluntariado. San Cayetano decía “No con el amor sentimental, sino con el activo es con el que se purifican las almas”. Y así lo hizo él mismo, siendo ejemplo y dedicando su vida al servicio de los demás. San Cayetano abandonó su posición acomodada y se dedicó a atender a personas enfermas en hospitales y a entregar ayuda a las personas pobres.
Muchos acudían - y acuden hoy con sus oraciones- al Santo a pedirle ayuda, a pedirle pan y trabajo. Una ayuda muy necesaria en esta época de pandemia, donde hay una gran precariedad laboral. Ese “pan partido, alimento de fraternidad” que como decimos en Cáritas Madrid debemos compartir entre nosotros, como hacen nuestras personas voluntarias con su dedicación incondicional.
¡Feliz San Cayetano!