“¿Qué es realmente la felicidad?” El papa León XIV inspira a una juventud comprometida, signo de esperanza y de que “un mundo distinto es posible”

El Papa insiste en que los jóvenes representan una promesa de cambio y renovación para el mundo. Lo ha hecho durante este fin de semana en la clausura del Jubileo de la Juventud, una cita central dentro del Año Santo 2025, en la que el papa León XIV se ha reunido con más de 120.000 jóvenes procedentes de todos los continentes. Este encuentro es significativo porque los jóvenes representan la esperanza porque son “signo de que un mundo distinto es posible”, nos recuerda el Papa.

“Aspiren a cosas grandes”, les ha exhortado, refiriéndose a que “no hemos sido hechos para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor”. Ese amor que en Cáritas Madrid entendemos como acercarse, mirar al otro, estar cerca de las personas más vulnerables, sentirse libre y rico en el dar, en no ser indiferente al dolor ajeno. 

Durante un diálogo abierto, León XIV ha respondido a preguntas sobre el sentido de la vida. Ha acogido con cercanía la sed de verdad de los jóvenes: “No nos alarmemos, entonces, si nos encontramos interiormente sedientos, inquietos, incompletos, deseosos de sentido y de futuro […]. ¡No estamos enfermos, estamos vivos!”.

Y ha añadido: “Hay una inquietud importante en nuestro corazón, una necesidad de verdad que nos lleva a preguntarnos: ¿qué es realmente la felicidad? ¿Cuál es el verdadero sabor de la vida?”. Y una de las respuestas es que esa felicidad no está en acumular, sino que “está unida a aquello que sabemos acoger y compartir con alegría” para lo que “necesitamos alzar los ojos, mirar a lo alto”.

Con un cálido “feliz regreso”, ha enviado un mensaje de esperanza, con el deseo de que cada joven regrese a su hogar renovado en la fe y comprometido con el mundo. En estos días de encuentro, la capital italiana ha acogido celebraciones, momentos de oración, escucha y diálogo, en un ambiente de diversidad, alegría y fe compartida.