Don Carlos Osoro bendice en la parroquia de San Pedro Regalado un nuevo almacén para alimentos
Cáritas Madrid 4 de Marzo de 2016La Vicaría IV recibe la visita de nuestro Arzobispo.
La Vicaría IV recibe la visita de nuestro Arzobispo.
Cáritas Madrid. 4 de marzo de 2016.- La Iglesia de San Pedro Regalado de la Vicaria IV recibió la visita del Arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro, este lunes 29 de febrero quién ofició una misa para dar lugar a la bendición del nuevo almacén de alimentos de la Cáritas Parroquial.
Acompañado por el Vicaría de la Vicaría IV, Don Juan Carlos Merino, el párroco de San Pedro Regalado, Don Luis Miguel Mota, entre otros sacerdotes; Don Carlos dio comienzo a la celebración agradeciendo primero a Jesucristo por hacer posible este encuentro.
Desde las seis de la tarde, voluntarios de la comunidad que además se distinguían con delantales granates y personas atendidas por la acogida parroquial, se congregaron en el Templo para participar de la eucaristía. También se contó con la presencia del Director de la Vicaría IV, Pedro, la Subdirectora, Toñi y la PRA del Arciprestazgo de San Diego, Maya, a la que pertenece la Parroquia de San Pedro Regalado.
El Arzobispo saludó afectuosamente a los feligreses y seguidamente dio comienzo la Santa Misa.
La homilía del arzobispo fue muy cercana y profunda. Empezó recordando lo que decía el Salmo: “Mi alma tiene sed de Dios”, para subrayar que el hombre tiene sed de Dios, que todos los hombres queremos ser felices y que lo sean nuestros seres queridos. Todos los que tienen sed tienen que pensar en los demás y hacer algo por ellos, especialmente por los más necesitados.
Don Carlos, siempre con un lenguaje sencillo y fácil de entender por todos, dijo que quería contar tres cosas importantes:
La primera es que hay enfermedades que nos destruyen como la lepra, que aún existe en algún país de África, aunque se ha erradicado en la mayoría de los países, y que destruye no sólo el cuerpo sino también el corazón. Dijo que la lepra más grande que nos está destruyendo, es no querer a los demás, el egoísmo, el interés personal, la difamación, el no ver que el otro es mi hermano. Por desgracia, esta lepra aún no ha desaparecido y es una lepra que hace que el corazón sea raquítico e interesado. El Arzobispo confesó que también él tiene a veces lepra, cuando no ve todo lo que los demás necesitan, por ejemplo.
Lo segundo que dijo es que Dios está presente en la vida del hombre para eliminar la lepra, el egoísmo y lo que nos corrompe. El Señor se hace siempre presente entre nosotros y nos invita a entrar en su amor para experimentarlo y compartirlo.
En tercer lugar hizo referencia a una cita del Evangelio “Jesús se abrió paso entre la multitud”, como lo hace a diario entre nosotros, para curar nuestros corazones y empaparnos de su amor incondicional.
Don Carlos finalizó su homilía agradeciendo la presencia de todos y de la cálida acogida que se le había dispensado.
Tras la homilía del Arzobispo, tomó brevemente la palabra Luismi, el párroco de la iglesia de San Pedro Regalado, para agradecer, muy emocionado a Dios, a Cáritas y a todos los voluntarios que han hecho posible la apertura del almacén de alimentos, tan necesaria para la parroquia. Dijo que el almacén había sido fruto de mucho esfuerzo y que partiendo de la nada (al principio tenían sólo 100 euros) se ha hecho mucho, gracias a la voluntad de mucha gente, al apoyo del Vicario, a la parroquia de Santa Teresa y San José y a la Vicaría IV de Cáritas Madrid. Se trabajó desde el principio con muchas ganas e ilusión y poniéndose la obra en manos del Señor.
El párroco finalizó su intervención agradeciendo al Arzobispo su presencia en la iglesia, que es un estímulo muy importante para seguir trabajando en beneficio de los más necesitados.
Tras las palabras del párroco, Don Carlos Osoro dio las gracias a todos los que habían hecho posible el nuevo almacén y acabó con una frase muy bonita: “La fe o tiene obras o es una mentira, un cuento”.
Tras la ceremonia, el arzobispo de Madrid procedió a la bendición del almacén y acto seguido tuvo ocasión de charlar con los feligreses y voluntarios presentes en el acto, mientras se disfrutaba de una sencilla merienda.
El Arzobispo, muy cercano y humano, se mostró muy satisfecho con el almacén, se hizo fotos con todos los que se lo pidieron y agradeció de corazón la importante labor social que lleva a cabo la parroquia de San Pedro Regalado.