En Cáritas Madrid cerramos el grifo y abrimos el corazón

Cáritas Diocesana de Madrid nos unimos a la celebración del Día Mundial del Agua, este 22 de marzo, con nuestro lema: “Cierra el grifo, abre el corazón”. Siguiendo las líneas marcadas por el papa Francisco en la encíclica Laudato Sí’, trabajamos para que en nuestra función cotidiana esté presente, como un objetivo más, el cuidado de la ‘Casa Común’.

Es evidente el clamor del planeta que pide cuidado y atención para no agotar los recursos y evitar el exceso de residuos. Las alta temperaturas, históricas, que hemos vivido en el primer trimestre de este año, no recuerdan que el cambio climático es una evidencia irrefutable. A este cambio contribuyen los malos usos o abusos de los recursos naturales. Y el resultado es que se restringe el acceso a los recursos naturales, algo que se acrecienta en el caso de las personas más vulnerables que cuentan con menos alternativas.

En este sentido, en Cáritas Madrid estamos inmersos, por un lado, en un proceso de sensibilización de las personas contratadas, voluntarias y acompañadas, tanto adultos como menores, para que tomen conciencia y sean parte activa de la necesidad de cuidar de los recursos naturales. Por otro lado, estamos llevando a cabo iniciativas concretas del cuidado del medio ambiente. Pequeños gestos que se replican en las vicarías, obras y servicios de la diócesis, y que contribuyen a cuidar del planeta. 

Una de estas iniciativas tiene que ver con el ahorro de agua, bien preciado que escasea. Por eso el lema “Cierra el grifo, abre el corazón” con el que hacemos hincapié en la responsabilidad que cada persona tiene para no despilfarrar el agua potable -a la que no todo el mundo tiene acceso- como un gesto de amor hacia el planeta, hacia el prójimo y hacia las generaciones venideras. Hagamos un uso racional del agua como un gesto de amor a nuestra ‘Casa Común’. Este lema está en etiquetas impresas en las zonas de aseo común en todos los centros.

Además de la campaña de ahorro de agua, en Cáritas Madrid llevamos meses impulsando otras medidas ecológicas, como el reciclaje de residuos, clasificándolos, o de ropa usada a través de los más de 300 contenedores que hay repartidos por la diócesis; también se han instalado paneles  y placas solares en varios residenciales de familias; y se llevan a cabo talleres sobre cuidado del planeta en los centros socio educativos para menores.

En Cáritas Diocesana de Madrid estamos llamados a cuidar de los bienes que nos han sido dados. Nuestra ‘Casa Común’ debe ser protegida y cuidad para disfrutar de los bienes de la tierra, y para que dejemos a las generaciones futuras un planeta habitable y en paz.