Día Internacional de la Mujer: Jacqueline Sánchez, trabajadora social en Cáritas, aboga por el “autocuidado” y la “calidez”

Cáritas Madrid 1 de Marzo de 2021

Tras cuatro años en los proyectos de Mujer, cuenta cuál es la misión de la trabajadora social, qué dificultades afrontan hoy las mujeres y cómo se les acompaña en sus dificultades.

Tras cuatro años en los proyectos de Mujer, cuenta cuál es la misión de la trabajadora social, qué dificultades afrontan hoy las mujeres y cómo se les acompaña en sus dificultades.


En Cáritas Diocesana de Madrid, la presencia de la mujer es imprescindible. Voluntarias, mujeres acompañadas, trabajadoras sociales, religiosas... todas cumplen una misión primordial, cada una complementaria al resto, que determina la labor de Cáritas en nuestra sociedad. 

 

Jacqueline Sánchez Martín es trabajadora social y lleva 4 años en proyectos de Mujer de Cáritas. Describe cuál es el rol del trabajador social: “Tenemos que estar más que hacer, y tenemos que salir al encuentro de todas aquellas personas que vemos y que nos van necesitando”.

 

En este sentido, ellos tienen que “proporcionar las herramientas, no darles el pez”, es decir, darles esas herramientas “para que puedan ejecutar y ser autónomos en un momento determinado”.

 

Proyectos de Mujer

 

Jacqueline conoce bien los proyectos de Mujer de Cáritas Diocesana, que son cinco:  Centro de Día “Concepción Jerónima” (mujeres en exclusión social), Centro de Día “Alonso Cano” (sobre todo mujeres en vulnerabilidad pero también en exclusión), Casa de acogida “María Rafols” (piso para dos familias monoparentales), Hogar Santa Bárbara (hogar para mujeres embarazadas en exclusión y en vulnerabilidad), Casa “Nazaria baja a la calle” (piso tutelado para chicas inmigrantes de 18 a 28 años).

 

En este Día Internacional de la Mujer, la trabajadora social aboga por el autocuidado, es decir, “que nos cuidemos entre todas”. A Jacqueline le gustaría celebrar este día con un llamado a la conciliación “tanto a nivel laboral como a nivel de nuestras propias usuarias, que continuemos en esa línea del autocuidado”, y valora el “cuidado de las personas y la valoración de las mismas”.

 

Misión de la trabajadora social 

 

Su misión, como trabajadora social, es analizar la realidad de las personas que tiene en frente, que debe nacer de una “acción integral basada sobre todo en el acompañamiento completo y exhaustivo”, que busque como fin “la principal satisfacción de las potencialidades del participante y teniéndole siempre como eje vertebrador del acompañamiento”.

 

“Nosotros estamos ahí, siempre aprendemos de ellos, y muchas veces nos van guiando ellos o ellas”, reconoce Jacqueline. “Mi labor es elaborar la intervención con cada una de las mujeres que tenemos en los proyectos: pueden ser mujeres de vulnerabilidad o mujeres en situación de exclusión”.

 

“La calidez es fundamental en Cáritas”

 

Desde su gran experiencia en Cáritas Madrid, Jacqueline cree que el factor común en todos los proyectos de mujer es la calidez: “Sobre todo la calidez que les damos, les proporcionamos un apoyo incondicional, cualquier técnico lo hace, cualquier equipo religioso, cualquier voluntario”. 

 

El voluntariado, explica, “está muy a pie de cañón apoyándonos en todas las acciones con mujeres y acompañamientos y creo que esa es la esencia: la calidad y la calidez van unidas, entonces yo creo que la calidez que damos a las personas es fundamental en Cáritas, y ese compromiso de acción hacia las personas que lo necesitan”.

 

Acompañarlas en las dificultades

 

La falta de conciliación es, desde el punto de vista de nuestra trabajadora social, la mayor dificultad que enfrentan hoy las mujeres a la hora de encontrar trabajo.

 

“Estamos luchando por esto cada día y vemos que va a ser un camino arduo”, describe Jacqueline, sobre todo las familias de mujer monoparentales, pues muchas están solas, también las migrantes, no tienen red social, o las mujeres en situación administrativa irregular, que tienen muchas dificultades para encontrar trabajo, pues se tienen que acoger a economía sumergida o a empleos muy feminizados, por ejemplo servicio doméstico, cuidado de ancianos, hostelería… con salarios muy poco dignos.

 

Incluso a nivel salarial, observa, “tenemos unos salarios menos dignos”, a nivel de jerarquía, opina que todavía el poder está generado y se encuentra en la cúspide. Por tanto, concluye la experta en proyectos de mujer, “vemos que tenemos que continuar trabajando y tenemos una gran labor, de poder conseguir ciertos avances”.

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