Destruir la tierra es aumentar la desigualdad y la pobreza
Cáritas Madrid 18 de Octubre de 2018Encuentro de Voluntariado de Cáritas Vicaría II
Encuentro de Voluntariado de Cáritas Vicaría II.
Cáritas Madrid. 18 de octubre de 2018.- Todo está conectado. La irrupción del Espíritu Santo durante la evolución de la Humanidad, nos ha hecho caer en la cuenta que vivimos entrelazados en esta vida, lo que soy y hago, lo que ocurre en mi contexto y lo que fluye y se desarrolla en cualquier rincón del planeta. El papa Francisco nos invita a contemplar la grandeza y hermosura que se nos presenta... Desde su Laudato sí enfocamos nuestro Encuentro de Voluntarios acompañados por Ana Isabel González, de la plataforma Enlázate por la justicia.
Ya en la Sagrada Escritura, el Deuteronomio nos señala que “pongo ante ti la muerte y la desgracia, elige la vida”.., somos conscientes que tenemos que mirar de otra manera, no solo es cuestión de qué hay que hacer, sino reconfigurar nuestros corazones y mentes. Es un volteo vital. Hemos perdido el rumbo, porque no nos vale esta economía ni esta política; no nos vale esta concepción de progreso, consumo y desarrollo. Tampoco nos valen los valores en los que como grupos humanos enfocando nuestras vidas. Se nos lanza una mirada global sobre lo que está ocurriendo. Nuestra Casa es más que una casa, es una hermana y una madre bella. La Tierra es un ser vivo que sufre. La Tierra es el templo de Dios y tiene una relación profunda con ella. Destruir la Tierra es destruir la obra de Dios. Francisco nos anima a tomar “dolorosa conciencia”. No hay dos crisis, la social y la crisis ambiental. Es una crisis socio ambiental. Una crisis del sentido de lo que significa vivir humanamente, pues está en riesgo la humanidad del ser humano. Hay que rehacer equilibrios, en lo espiritual, en lo ético social y en lo ecológico. Existir es una proeza cósmica.
Tenemos que:
-Volver a conectar con la Creación tal y como la mira Dios. Saborear lo que esto significa. La Creación es un banquete de la Eucaristía. Entrar con todo lo vivo en la dinámica del don y de la gratuidad.
-Generar un discurso crítico sobre este modelo de desarrollo económico que descarta personas y esquilma ecosistemas. No se trata de crecer económicamente, sino de crear otra economía más social, desde valores evangélicos de fraternidad y equidad.
-Vivir la pasión por el cuidado del mundo.
-Recuperar la humildad de nuestro lugar en el mundo.
-La responsabilidad social que tenemos al consumir recursos.
Las personas necesitamos cambiar. Aprender de nuevo a vivir.