Descalzados, descosidos, abaratados... ¡los nadie!

Cáritas Madrid 9 de Enero de 2019

Presentación de la Campaña de Navidad en el Barrio de Salamanca de Cáritas Vicaría II

Presentación de la Campaña de Navidad en el Barrio de Salamanca de Cáritas Vicaría II.

 

Cáritas Madrid. 9 de enero de 2019.- No hay nada tan entrañable que evocar y vivir la Navidad.

Es verdad que en seguida nos vienen imágenes de consumismo, ajetreo, o nostalgia por los vacíos que nos producen nuestros seres queridos ya fallecidos o bien melancolía y tristeza por recordar navidades pasadas en donde estábamos más sanos o en mejores condiciones vitales para celebrarla.


Dentro de las distintas formas y sensibilidades con las que cada persona afronte y celebre la Navidad, todas ellas expresiones de alegría colectiva donde unas nos gustarán más y otras menos, tenemos la honestidad ética y la vocación de nuestro compromiso, de aportar a este mundo, las razones liberadoras de la Navidad cristiana.


Es nuestra responsabilidad de contribuir al bien común. A los que afirman contundentemente que no tienen nada que celebrar, decirles que precisamente la Navidad es para ellos: para los entristecidos, enfermos, empobrecidos, solos, agresivos... Porque la Navidad es acoger y abrazar lo humano. La persona está en peligro, la persona es un peligro para la persona y el medio que habita.


La Navidad nos recuerda que Dios ha hecho Alianza con nosotros; esto es, que pase y ocurra lo que sea en nuestras vidas, se abrirá camino la "perfecta alegría". Y esto no es cuestión de esfuerzos, sacrificios, voluntades o deseos, es que Dios nos señala que al nacer Jesús hay luz en la tiniebla, fraternidad en la violencia, cuidados y caricias en el desarraigo o en el desahucio de toda esperanza. Como nos dice la Sagrada Escritura, " es hora de espabilarnos", de "volver a nacer de nuevo", como el anciano Nicodemo, que ya estaría el buen hombre cansado y de vuelta de muchas cosas.


Los voluntarios del barrio de Salamanca se prepararon para compartir la Navidad desde tres preguntas desde la ambientación de una canción de Pedro Guerra:

¿Qué conozco de la realidad de la que convivo? ¿Me he parado a escuchar alguna vez a esas personas? ¿Me dejo interpelar por ellas?


La Navidad es gracia. la gracia de la Sabiduría que nos ayuda a ser, a discernir los signos de los tiempos, a tomar decisiones con solidez. Tener la disponibilidad de María, ser sagrario para acoger al Dios nuestra justicia. Y eso pasa por este trabajo personal y comunitario: Las vidas de las personas que acompañamos, ¿cambian nuestras vidas? ¿Cómo? ¿Les miramos para ver más allá de las apariencias? ¿Les escuchamos sin estar pensando en resolverles su problema?


Éste es el camino que nos lleva a Belén, la novedad de esa esperanza que hace que nuestras vidas, junto a otras vidas, sean un canto a la vida, a la belleza humana.

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