Desarrollo del Círculo de Silencio de Cáritas Vicaría VIII con motivo de la Campaña Contra el Paro

Cáritas Madrid 9 de Abril de 2016

Círculo de Silencio es realizar un acto significativo ante la ciudadanía que nos ayuda a difundir la campaña y refuerza la tarea de sensibilización que todos los que formamos Cáritas Madrid tenemos encomendada.

Círculo de Silencio es realizar un acto significativo ante la ciudadanía que nos ayuda a difundir la campaña y refuerza la tarea de sensibilización que todos los que formamos Cáritas Madrid tenemos encomendada.


Cáritas Madrid. 9 de abril de 2016.-
El día 6 de abril en la Plaza del Canal de Isabel II, nos congregamos voluntarios, sacerdotes y equipo técnico de Caritas Vicaría VIII para realizar un Círculo de Silencio con ocasión de la Campaña Contra el Paro. Este curso resaltamos en la campaña el “Derecho a un empleo digno y estable”, como expresaba la pancarta que exhibimos y las pegatinas que los asistentes llevábamos pegadas en el pecho.

 

El sentido de organizar este Círculo de Silencio es el de realizar un acto significativo ante la ciudadanía que nos ayude a difundir la campaña y que refuerce la tarea de sensibilización que todos los que formamos Cáritas Madrid tenemos encomendada.

 

Para comenzar, hicimos sonar la canción “La persona es lo primero”, del cantautor Manolo Copé, que nos dio su beneplácito para poder utilizarla (gracias Manolo). Después, leímos un comunicado exponiendo las razones de nuestra concentración. Don Ángel Camino, nuestro Vicario, nos acompañó con una oración que guiaría nuestro silencio. Así permanecimos después, en silencio, durante 30 minutos.

 

Ha sido el segundo año que he tenido la oportunidad de vivir este acto y tengo que confesar que me marché a casa con una sensación aun mejor que el primero, aun contando con una participación algo menor.

 

En esta convocatoria pensé colocarme en un lugar desde el que pudiera observar lo que acontecía fuera del Círculo y así lo hice. Lo que vi me reforzó enormemente en la idea de que estas acciones son importantísimas. Estuvimos situados, para aquellos que no conozcáis la plaza, en Bravo Murillo esquina con Lope de Aro, un lugar bastante transitado. Pues bien, no había persona que pasara por allí que no se parara o aminorara su paso para ver quiénes eran “esos” que permanecían callados y en círculo. Algunas personas permanecieron por  ratos para continuar después su marcha y otros se quedaron hasta que finalizamos el acto. Dos personas se nos acercaron para preguntar cómo podían echarnos una mano y otras quisieron saber cómo podían hacer para que les echáramos una mano.

 

Instalamos una mesa en la que poner la información de campaña y muchas personas, a las que los compañeros no habían podido entregar los dípticos informativos,  se paraban frente a  ella para coger uno. Conseguimos terminar con los 400 dípticos que llevábamos en tan solo 40 minutos y únicamente  vimos uno tirado en el suelo en una calle adyacente. Picada por la curiosidad, me asomé a las papeleras cercanas a la plaza (por aquello de que hemos avanzado mucho en cuanto a la educación ciudadana) y no vi ni un solo folleto. ¡Se los habían llevado consigo!.

 

Vi caras de sorpresa, de extrañeza, de aprobación y de curiosidad. Vi miradas atentas y miradas distraídas que se volvían a mirar de nuevo. No vi desaprobación y casi no distinguí indiferencia.

 

Me marché a casa orgullosa de haber participado en el Círculo de Silencio, por haber contribuido a hacer más visible y presente ante la ciudadanía que el derecho a un trabajo digno y estable es tarea de todos  porque  su falta está causando mucho sufrimiento.

 

Hoy, me siento agradecida por tener la oportunidad de pertenecer a Cáritas Madrid y así poner mi granito de arena para construir un mundo más humano, más justo y más fraterno.

Volver