¿Cuánto vale una mirada?

12 de Noviembre de 2024

Vale lo que estemos dispuestos a descubrir cuando nos asomamos, más allá de los atardeceres. Ahí, donde Cáritas acompaña a familias cuyas vidas no siempre tienen la luz de una niña saltando en un castillo hinchable.

Sentémonos para mirar en este jardín con vistas al lado más vulnerable de nuestra ciudad. Veremos realidades frágiles, puertas que se esconden entre cartones, donde la pobreza no necesita invitación.

Una mirada cuesta más que una botella de aceite, inalcanzable para quienes no llegan a fin de mes, los que han perdido empleo, casa, apoyo. No todos rebuscan en la basura, pero muchos ven cómo se pierde dignidad al ritmo del despilfarro.

La mirada vale lo alto que apuntemos desde el sur, donde habita la pobreza, hasta el cielo de Madrid.

A veces solo se trata de estar presentes, de acompañar, creando espacios seguros donde refugiarnos mientras oímos música o ponemos, como ella, nuevos colores a nuestra vida.

La mirada social vale tanto como la de quienes arriesgan su vida por un futuro mejor, cruzando el mar. Y llegan a una ciudad donde navegar es un placer y no un gesto de supervivencia.

Miremos más allá del ajetreo, donde alegría y desigualdad coexisten. Que la lluvia no oculte ni la realidad ni las estrellas, porque todos podemos ser invisibles alguna vez. Y en esos momentos, necesitamos la caridad, el corazón y las miradas que nos devuelven la esperanza.

No pasemos impasibles ante la vulnerabilidad del otro, reflejo, a veces, de nuestra propia realidad. Miremos a quienes miran desde fuera, con ganas de entrar, de ser parte, de saborear también el lado dulce de la vida.

¿Cuánto vale una mirada?

#JornadaMundialPobres
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