"Cuanto más abrimos el corazón más cerca estamos del gozo de Dios" cardenal Cobo

El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, en su carta con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres nos convocaba a participar en los actos centrales de la Jornada, el sábado 18 en el Seminario Conciliar.

La tarde comenzó con el teatro musical titulado "Un sueño con trampa" que nos contó la "odisea" de personas migrantes y refugiadas que eligieron migrar por un futuro mejor, interpretada por los propios protagonistas, un grupo de teatro camerunés "Griot africano". El salón de actos del Seminario contó con llenó total, con la participación de más de 300 personas que participan en distintos proyectos sociales.

El grupo "Griot africano" nos habló de esas preguntas que siempre se repiten: cómo te llamas, cómo viniste, por qué, cuándo vas a volver a tu país… y que nos confrontan con cómo miramos la migración.

Vinos que detrás de cada persona que migra hay una historia de familia, amor, recuerdos, dolor, esperanza… Delante, la mirada de quienes juzgan. Por eso queremos que “no apartes tu mirada del pobre”.

En su representación nos enseñaron que Europa visto desde África es una tierra de oportunidades, un lugar donde ser libre, donde conocer, donde comprar una televisión para ver el mundial. Esa mirada de la pobreza.

Durante su proceso migratorio aprendieron sobre la convivencia, la humildad y la perseverancia, sabiendo que hay quienes se dejan la vida en el intento de migrar.

Y cuando  llegan a Europa, nos contaban que pasan por varias fases. Primero, la alegría; después, el golpe de realidad, descubrir la gran mentira del sueño europeo. No tiene nada que ver con lo que habían imaginado. No cuentan con papeles, ni con trabajo y ni pueden contar con una familia a primera vista.

A través del teatro, han podido expresar sus experiencias, emociones, sueños y esperanzas de encontrar un futuro mejor, que nos invitó a reflexionar sobre la migración, los derechos humanos y las barreras culturales. Su valentía y capacidad para superar los obstáculos nos ayuda a entender y comprender que todos queremos un futuro mejor.

La tarde continuó con la Eucaristía presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, donde nos pidió "abrir nuestro corazón y mirar a las personas más vulnerables para acogerlas, como hace Dios con nosotros". En la homilía, el cardenal Cobo nos aseveró que “a veces nos cuesta entrar en la alegría de los demás. Esa alegría a la que abrirse es la que se comparte, la que nos hace saber que no estamos solos. Cuanto más abrimos el corazón más cerca estamos del gozo de Dios”. Valoraba el arzobispo, al tiempo que aseguraba que "la mirada de los pobres es necesaria para saber que no estamos solos; ellos nos descubren que la confianza se pone en Dios con historias preciosas, de dignidad", como las que vemos en Cáritas diocesana de Madrid. Nos aseguró que "el Señor quiere que arriesguemos y seamos felices con lo que damos, no le importa tanto la ganancia".

Terminó la Eucaristía dando "gracias por recordar a la Iglesia con vuestras obras y desde vuestros proyectos, que el servicio a las personas más necesitadas es el servicio del Evangelio".

La tarde terminó con un pequeño ágape donde pudimos poner en práctica las palabras del papa Francisco en las que se nos exhorta a compartir "la comida con quien carece de lo necesario: si en torno al altar del Señor somos conscientes de que todos somos hermanos y hermanas, ¡cuánto más visible sería esta fraternidad!"