Crónica del Campamento de Cáritas Vicaría VII - Verano 2019

Cáritas Madrid 30 de Julio de 2019

En el Campamento de Cáritas Vicaría VII en Cercedilla participan 25 menores

En el Campamento de Cáritas Vicaría VII en Cercedilla participan 25 menores.


 ÁLBUM DE FOTOS 


Arrancamos con la mirada puesta en los valores

 

Es 15 de julio de 2019 y hemos empezado el campamento en Cercedilla de Cáritas Vicaría VII. Serán unos días intensos en los que tanto los menores como los responsables viviremos momentos preciosos, únicos, y cargados de muchas emociones.


Es la primera vez que vamos a salir de casa para pasar unos días sin nuestras familias, y algunas mamis están un poquito nerviosas y nos hacen ver que nos echarán mucho de menos. Dormiremos de lunes a viernes en la casa de Cercedilla y los sábados y domingos podremos reunirnos con nuestros padres. En estos días aprenderemos a trabajar en equipo, valores de respeto y compañerismo, reconocer en el otro a un igual, utilizando siempre para ello juegos, dinámicas y talleres adaptados a la edad de los participantes.


La lluvia y los sonidos del monte

La semana pasada, y bajo el lema "Ponte en marcha. Tu compromiso mejora el mundo", pasamos unos días aprendiendo con las actividades programadas, con las salidas por el monte,  las charlas formativas que nos dan los monitores, los talleres para aprender compartir con los compañeros, de los juegos, de los talleres de reciclaje, de jardinería, y de cocina. Disfrutamos del entorno natural, de la lluvia, de los sonidos que ofrece el silencio en la montaña (el piar de los pájaros, el martilleo del pájaro carpintero, los grillos y chicharras, y el ulular del aire al pasar entre las  ramas de los árboles).


Conocemos y aprendemos de la Sierra de Madrid
En la segunda semana preparamos dos yincanas divertidísimas con la que los chicos lo pasan en grande.Hemos salido a hacer marchas por la Sierra, con las que hemos aprendido mucho: desde la historia de las calzadas romanas, que cruzamos en el camino, hasta pequeñas nociones de orientación gracias a una visita a un mirador desde donde pudimos ver toda la Sierra de Madrid y sus pueblos. También hemos aprendido a distinguir los árboles y las hierbas de la Sierra madrileña, con las que hemos hecho un herbario.

Hemos hecho talleres de "ojos de Dios", aceite de hipérico (ungüento cicatrizante) y una cena especial con sesión de discoteca para despedirnos.
Cada año, terminamos el Campamento de Cercedilla con una sensación completamente diferente a la del año anterior; con la sensación de haber vivido algo nuevo. Compañeros nuevos, monitores nuevos, actividades nuevas, pero los mismos sentimientos que acumulamos en las mochilas que ahora recogemos.
Al cerrar la puerta de la casa de Cercedilla, que nos ha acogido, todo se llena de silencio donde todo era bullicio.Pensamos en la próxima vez que la volveremos a abrir para encontrarnos todos y seguir experimentando de esta vida de alegría. 

Ahora volvemos a nuestras respectivas casas, con nuestras familias, pero en septiembre volveremos a vernos en nuestros barrios, en nuestro coles, en nuestros Centros Educacionales de Menores con proyectos nuevos e ilusiones renovadas y con la mirada del corazón puesta en el próximo verano.

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